( Reflexión surgida el pasado día del libro gracias a la viñeta de Manel Fontdevila que veréis a continuación)
Tenemos un país donde los literatos reconocidos no son más que un compendio de genialidades geriátricas marchitas que no hacen más que vagar de evento en evento con sus discursos pedantes y seniles mientras las librerías se llenan de autentica bazofia venida de todos los lares, las editoriales de “prestigio” se han vuelto corporaciones dirigidas por hábiles empresarios que buscan remover las hormonas de adolescentes, señoras y pseudoculturetas de medio pelo; y los escritores (los de verdad) vagan por ahí llenando cuadernos y acumulando silencios, críticas y desprecio de una sociedad (y me atrevería a usar el término “Nación”) embrutecida, sin valores ni principios ni guía, que mama de toda esa cúpula polvorienta que nos gobierna, nos dice que aprender y nos educada el el buen vivir de un ganado manso. Tócate los huevos