Pues sí, hoy quiero hablar de la pornografía. De hecho es un tema sobre el que hable en mi twitter, aunque como podréis observar en un hilo twittero no soy capaz de expresarme. Y como considero el porno un tema muy importante y tabú, sobre el que no se habla, sobre el que se miente y sobre el que todos tenemos conocimiento, creo que se merece una entrada entera en mi blog.
En mi hilo de twitter (podéis leerlo aquí) ya dejaba claro que mi postura respecto a este tema es abolicionista, aunque quiero explicaros en profundidad los dos pilares sobre los que me apoyo para defender y un poco extender esta opinión.
El primero de estos ejes, y el cual considero el más importante, es también el que más se ignora. Hacemos oídos sordos ante esto, cuando ocurre a diario, cuando todo el mundo lo ve. Estoy hablando de los abusos que sufren las mujeres que esta misógina empresa "contrata" y dejemos este contrata entre comillas. Seguramente no sea agradable de leer que mientras tú disfrutas viendo un vídeo porno, esa chica a la que ves gemir y tener sexo puede haber sido violada durante el rodaje. Pero yo no soy actriz porno, así que lo que yo diga tiene poco peso en realidad, por eso he recopilado algunos testimonios de ex actrices porno, para que juzguemos todos los abusos y el maltrato que la industria pornográfica consiente y graba en vídeo.
Shelley Lubben (43, unas 30 películas porno entre 1993 y 1994) ofrece su testimonio:
"Ustedes se preguntarán si las mujeres tienen la opción de elegir meterse en el porno.
Agentes de la industria se encuentran al acecho de adolescentes emocionalmente necesitadas y las atrapan con frases como "eres tan sexy" o "eres la más bonita". Y con algunos cumplidos más y una tentadora oferta económica caen en la trampa.
De pronto se encuentran en la oficina del agente con la promesa de que si acceden a hacer sexo anal se convertirán en estrellas del porno.
Pocos días después son enviadas a una clínica médica perteneciente a la industria donde se chequean posibles enfermedades de transmisión sexual, en medio de sonrisas y brazos abiertos que aseguran que lo que les interesa es que estemos seguras."
Corina Taylor (31 años, unas 60 películas entre 2003 y 2004) aporta lo suyo:
"Gané un concurso en la revista Hustler y casi sin darme cuenta de pronto estaba en Los Ángeles. Una persona de la revista me contactó con Derrick Hey de L.A. Models ( http://www.ladirectmodels.com una agencia, digamos, de "modelos" ) y me mudé a su lujosa casa con otras actrices porno. Su casa estaba tan llena que una de las chicas dormía en un ropero. Cada actriz debía pagar U$S 700 para poder estar allí..." [...]
"Mi peor momento lo pasé haciendo una película para Red Light District (una productora). El actor y director Vince Voyer me llevó aparte y me pidió que le hiciera sexo oral. Me dijo que era una puta y que debía hacerlo. Se lo hice.
Cuando volvimos al set se suponía que tendría sexo vaginal, pero durante la escena el actor Eric Everhard me forzó analmente y no se detenía. Yo gritaba que parara, pero él no se detuvo. El dolor era enorme y yo estaba en shock. Mi cuerpo se aflojó y ya no puede luchar contra él...
Luego de la escena nadie me llevó a casa. Pedí un taxi y me dirigí a una clínica para que me revisaran, pues el dolor era terrible. Un día después recibí un llamado de Vince diciéndome que no abriera la boca por la violación. Me amenazó y me dijo que no sabía con quién me metería y además la escena ya editada era una prueba de que yo mentía.
Cuando fui a cobrar mi cheque, sólo me pagaron por sexo vaginal, no por anal."
Otra ex actriz Neesa, (35) también tiene algo que decir al respecto:
"Trabajé en porno por 10 años, con intervalos, en unas 27 películas. La última fue en Noviembre de 2006 y fue una experiencia demasiado abusiva, espantosa y repugnante...
Usaban los mismos dildos sucios una y otra vez, pues las compañías no querían gastar en otros nuevos, así de tacaños eran...
Siempre se veían chicas con las vaginas irritadas o aún lastimadas y pedíamos una pausa para recomponernos luego de las escenas más dolorosas, pero los directores y demás colaboradores querían terminar lo antes posible, pues la compañía rehusaba pagar horas extras lo que llevaba a que la mayoría de las veces no hubiera tiempo para ducharse entre escenas, y ni mencionar los cobertores que se usaban en una escena tras otra.
En lo que fue mi escena más dura y el peor momento de mi vida fui violada y abusada en una escena con Max Hardcore (un actor, director y productor rechazado aún por buena parte del mundo porno por sus abusos y excesos). Yo estaba shockeada y horrorizada. Me insistió en que le practicara sexo oral y fue entonces cuando me contagió clamidia y gonorrea."
Por su parte, Genevieve (22), explica:
"Yo no tenía experiencia... estaba sorprendida porque cuando veía porno no me parecía que fuera tan duro tener sexo en cámara. No hacía las posiciones correctamente y tenía fluidos corporales en mi cara que permanecían allí por 10 minutos. El abuso y la degradación eran terribles. Yo transpiraba y tenía fuertes dolores. Todo el cuerpo me dolía y al director realmente no le importaba cómo me sentía, el sólo quería terminar el video.
Pensé que mis agentes se preocuparían por mí, pero a ellos yo no les importaba, cuando dije que ya no seguiría me amenazaron. Yo era sólo una máquina de hacer dinero: cada vez que hacía un video, ellos se quedaban con el 15% de mi paga.
Es un negocio terrible donde las mujeres son usadas sólo como objetos sexuales, y para ellas no hay compasión ni se les otorga ninguna comodidad."
Por último, me gustaría añadir la experiencia de la actriz del porno Stoya:
"Esa cosa de conectarse a Internet por un segundo y ver a la gente idolatrando al tipo que me violó. Eso apesta".
"James Deen me sostuvo mientras yo decía: 'No, detente'. Usé mi palabra de seguridad. No puedo sólo sonreír y asentir cuando la gente habla de él nunca más".
Esta es la realidad que viven la mayoría (por no decir todas) las actrices porno que veis en vuestras paginas a diario. Esto es lo que consumís: abusos, violaciones y maltrato. Apoyáis a una empresa cuya máxima es la denigración de la mujer hasta estos estándares. Y si bien es una realidad, nunca se les da mucha voz a estas mujeres. La creencia de que por pagar deja de ser una violación es totalmente repugnante y errónea.
Creo que darle voz a estas mujeres y a estos casos de violencia es muy importante, pero parece ser que a la gente le da demasiado igual la suerte que corran estas chicas.
Para todos los que defienden esta empresa o a los "reformistas" me gustaría recalcar que no hay una reforma que valga. Si sigue habiendo porno, seguirán habiendo abusos de este tipo. No se puede reformas una industria tan patriarcal y misógina, es simplemente imposible. Y con que una sola chica sufra esto en su profesión (porque ser actriz porno es una profesión) creo que la industria merece ser censurada y prohibida, ya que no solo lo permite, si no que en cierto modo lo fomenta (hablaremos después del rape play)
Mi otro punto en contra del porno es algo más personal. Si bien he dicho antes que esta industria es patriarcal y misógina, he sido suave. Ahora hablaremos sobre lo que fomenta este tipo de películas y videos.
Es muy probable que muchos (la mayoría de jóvenes vean porno) y la verdad, es normal. A mí esto me resulta muy inquietante ya que el porno es la única educación sexual que reciben muchos de ellos.
¿Por qué es preocupante? Bueno, analicemos el porno en sí. Es algo que está al alcance de todos, y si bien el sexo es (por desgracia) un tema tabú en nuestra sociedad, suele despertar mucha curiosidad, es lógico que recurran al porno.
Este tipo de páginas son las más visitadas en internet. ¿Y cuál es la categoría mas vista? "Teen" se llama. Teen, adolescentes. Actrices que tienen que parecer y actuar como adolescentes. Normalmente con actores que les triplican la edad. Eso es sexy. Ver a adolescentes (niñas) tener sexo.
Efectivamente esto está en estrecha relación con la cultura de la pedofilia. Nos sexualizáis, pero no contentos con eso, además nos infantilizáis. Solo somos sexys cuando somos jóvenes. Muchas chicas que somos adolescentes no entramos en el canon de adolescente pornográfico. ¿Es esto un problema? Por supuesto. Como ya he dicho el porno es una de las únicas fuentes de "educación" sexual que reciben niños y jóvenes. No entrar en este canon en terrible para niñas, y es más terrible aun que los niños normalicen este tipo de cuerpos, rechazando otros.
El porno nos dice que es sexy y que no lo es. Pensad en cuantas películas o vídeos porno habéis visto a una mujer sin depilar, y que esto no sea considerado un fetiche. ¿Y con una mujer gorda? ¿O una mujer adulta/vieja?
No contento con eso, nuestro amigo el porno además nos enseña la manera "más sexy" de tener sexo, la cual es bastante curiosa. Esto incluye posiciones irrisorias y denigrantes, penetración y poco más. Nuestro papel en el porno (digo nuestro, porque soy mujer) es darle placer al hombre, y esto es así. Nuestras acciones están subordinadas a las suyas, ignorando completamente nuestras necesidades. Ignoran por completo nuestra anatomía ( Si, el famoso y poco visto clítoris) y si en algún momento le prestan atención es de forma descuidada. Me gustaría recordar que es un órgano muy sensible, esas acciones nos resultan dolorosas.
Como resumen, me gustaría que decir que el porno nos da una imagen del sexo falsa, triste, y misógina. Y esto es muy problemático, porque es lo que tienen normalizados muchos niños, adolescentes y adultos.
Sumando esto con la cantidad de abusos y violencia recibida por las actrices, creo que es coherente que odie a esta industria. Así que si, mi postura es abolicionista, y me gustaría saber la vuestra. También siento curiosidad, ¿conocíais este mundo oculto pornográfico? Dejadme vuestras respuestas en los comentarios.