Dice la sabiduría popular que el parecer no es cosa cierta. Lo que, llevado al extremo, podría indicar que todo lo que parece, no es. Ergo, sólo lo que no lo parece, es.
- ¿No cree usted que está resolviendo mal el dicho?
- Pues tiene razón. Usted parece un entrometido y sin embargo, lo es.
- Encantado de poder servirle.
Vamos, que hay que tener cuidado con lo que parece, porque te puedes encontrar con que sí que lo es, o por el contrario con que no lo sea. En otras palabras, no hay que fiarse de las apariencias. Hay que buscar más datos. Y una vez con los datos en la mano, confirmar las apariencias, o en su caso, desmentirlas.
Decía una cuarteta satírica y bastante machista, de autor desconocido, pero que por algunos datos que poseo, podría atribuirse a don Camilo José Cela:
Mujer que al andar culea
y al mirar, los ojos mece,
yo no digo que lo sea,
pero sí que lo parece.
De distinto autor, pero de la misma inspiración es la siguiente quintilla:
Dama que el culo al andar
lleva y viene sin cesar
y que al mirar se estremece,
puta no se ha de llamar
pero sí puta parece.
- ¿Y usted pretende llegar a algún sitio con esta antología poética?
- Pues aunque a usted le parezca que no, no se deje llevar por las apariencias y siga hasta el final. Igual encuentra la respuesta viendo, que lo que estoy escribiendo, no lleva a ningún lugar.
- No esperaba más de usted. Y si con este remedo, pretende parecer sabio, ni lo parece, ni lo es, ni creo que otro sabio pueda aprovechar la idea que usted aquí arrojó.
- Entrometido y puñetero.
Lo cierto es que cuando alguien te dice, por ejemplo: Parece usted un caballero; normalmente te está diciendo que no lo eres, que te has disfrazado de tal, bien por la vestimenta, bien por algún gesto tenido por atributo de caballero, pero que en ti, es excepcional. Y una golondrina no hace verano. Sin embargo, cuando alguien te suelta un: Pareces tonto; te está realmente señalando como tonto a jornada completa y con horas extraordinarias, contrato indefinido y jubilación en el valle de Josafat. Aquí, el verbo parecer es sinónimo, y quizás piadoso eufemismo, del verbo ser.
- Con esto del parecer y el ser, ¿Va a desaprovechar la ocasión de citar lo de la mujer del César?
- Usted se ha propuesto, además de ser puñetero, parecerlo.
- Ya sabía yo que no me fallaría.