![Sobre escuchar Sobre escuchar](http://m1.paperblog.com/i/243/2433210/sobre-escuchar-L-b2_GLi.jpeg)
Los israelitas podrían haber aplicado este consejo cuando Moisés los sacó de Egipto. A los pocos días de su liberación milagrosa, estaban quejándose (Éxodo 16:2). Aunque su necesidad de alimentos era legítima, no así su manera de expresarla (v. 3).
Siempre que hablamos motivados por miedo, enojo, ignorancia u orgullo, aunque estemos diciendo la verdad, los que escuchan oyen algo más que nuestras palabras. Perciben emociones, pero no saben si estas nacen del amor y el interés o del desprecio y la falta de respeto. Entonces, corremos el riesgo de ser malinterpretados. Si nos escuchamos antes de hablar en voz alta, podemos juzgar nuestro corazón antes de que nuestras palabras descuidadas dañen a los demás o entristezcan a Dios.
Las palabras dichas precipitadamente hacen más daño que bien.
(Nuestro Pan diario)