de Anthony Doerr.
Título: Sobre Grace.Autor: Anthony DoerrEditorial: Suma de Letras, 2016Páginas: 553.
Resumen oficial.
Desde su niñez en Alaska, David Winkler se ha sentido atraído por los cambios del tiempo y ha vivido obsesionado por la nieve. Además, David tiene un don: a veces puede ver cosas antes de que ocurran. Sus premoniciones le permiten saber que un vecino será atropellado por el autobús o que se enamorará de una mujer en un supermercado. Pero cuando David sueña que su hija se va a ahogar en una inundación sin que él pueda salvarla, toda su vida se desmorona. Huir de su familia, de su casa y de su propio futuro parece el único modo de negar el sueño que lo atormenta.
Solo, sin medios y sin saber si su hija ha sobrevivido o si su mujer ha conseguido perdonarlo, David tendrá que comenzar una nueva vida. Hasta el día en que deba enfrentarse a la decisión de buscar a las personas que dejó atrás.
Haciendo uso de una prosa luminosa, Doerr ha creado una inolvidable novela sobre el poder del amor y la belleza de la naturaleza, y sobre los pequeños milagros que transforman nuestras vidas.
Impresión personal.
Debe ser algo así como un delito, pero afortunadamente en esta ocasión, yo no había leído nada de este autor y mucho menos el famoso libro que le dio la fama, La luz que no puedes ver, que todo el mundo me recomienda leer. Y digo afortunadamente, porque el efecto comparación que solemos aplicar los lectores con lecturas anteriores del autor, no me ha jugado ni a favor ni en contra mientras leía este libro. Además algunas reseñas previas del mismo, habían bajado bastante mis expectativas y mis exigencias. De este modo, puedo decir que este libro ni me ha entusiasmado ni tampoco me ha costado tanto leerlo, como le ha sucedido a más de un lector.
Sobre Grace es un libro de lectura pausada, a veces excesivamente lenta y muy centrada en las eternas dudas de su único protagonista principal, David Winkler. Seguramente, lo mismo que el autor nos cuenta sobre la historia de la vida de David, podría haberlo hecho con mayor ritmo en la mitad de las páginas que tiene. Pero Doerr, se recrea no sólo en la ambientación que rodea en cada ocasión a David, sino que además nos adentra en la obsesión que éste tiene por la hidrología (la nieve, el agua, el granizo, las nubes, la escarcha, el vapor, etc) desde que era tan sólo un niño, además de la que luego tiene también Naaliyad por los insectos, desde que David la conoce siendo niña. Estas partes al principio de la lectura me agradaban porque si algo tiene esta novela es que está maravillosamente escrita. Esta prosa tan preciosa y las descripciones que Doerr hace de todos estos fenómenos, en un primer momento, me encantaron. El problema es la reiteración constante a lo largo del libro de este tipo de percepciones físicas de David que se vienen entremezclando con una acción y unos diálogos de por sí ya escasos en la novela por el propio carácter del protagonista. Si algo se puede decir del protagonista del libro que lo describa gráficamente es que es "más parado que el caballo del malo", es la inactividad personificada en las cuestiones importantes y eso que denota una constancia de pensamiento y de algunas acciones repetitivas, que son las que en realidad, provocan que tarde años en tomar una decisión. Una decisión que luego se vuelve de nuevo indecisión y así sucesivamente. Por eso, el libro me ha parecido muy circular. El protagonista apenas realiza acciones, cuando decide actuar se puede tirar años cuestionando la decisión y vuelve atrás hasta que decide otra vez. Y mejor no mencionar las decisiones que toma. Me han parecido incomprensibles y contrarias a un mínimo de sentido común.
Es cierto que David parte de un problema importante y es que a veces sueña el futuro y que ese futuro, cuando va a afectar a su hija, le hace tomar una decisión que le cambiará la vida: irse para ver si así evita que su hija muera. Pero tomando esa gran decisión, se toma luego su tiempo medido en años para saber si su decisión evitó la muerte de la entonces niña o no. Incomprensible desde mi punto de vista, de modo que mi conexión con este personaje ha sido prácticamente nula a pesar de su ternura con los niños, que se manifiesta en varias ocasiones a lo largo de la novela.
El resto de personajes que rondan alrededor de David a veces no he entendido como consiguen conectar con él y apoyarle de forma casi incondicional. Pero me han gustado personajes como Felix y Soma y, sobre todo, Naaliyad, a la que conoció siendo niña y que es una entusiasta de los "bichos".
No me voy a extender mucho más. Desde luego, no puedo recomendar esta novela a las personas a las que le guste la acción, incluso sin ser trepidante, porque este libro carece de ella prácticamente. Pero si lo recomendaría a quienes guste recrearse en la prosa exquisita de un autor que escribe como los "ángeles". Un lenguaje espléndido sin empalagar, unas descripciones llenas de magia y buen gusto. Leyéndolo, hasta los insectos, que no son santo de mi devoción, se te hacen vitales e imprescindibles.