Revista Política
Durante un tiempo quise apostatar, que la Iglesia "me borrase" de entre los suyos, hacer inválido mi bautismo. Hoy me parece todo eso innecesario: si la Iglesia no representa nada verdadero, si no puede vincularnos a ningún dios, el agua del bautismo es sólo agua. ¿Por qué querer renegar de ritos vacíos? Si no hay ningún dios detrás de todo eso, y no lo hay, no es necesario renegar de él. Aunque molesta, claro, seguir apareciendo como cristiano en ciertos archivos.