Sobre la audición
Resulta relativamente fácil de encontrar alumnos/as que cuando estudian el piano o practican técnica se despistan, no escuchan mucho. Oir es el acto de recibir sonidos, escuchar implica la atención, la concentración, el procesado de los sonidos oídos. Son dos palabras muy diferentes.Se cuenta que F. Liszt podía tocar varias horas ejercicios leyendo un periódico sobre el atril del piano. Ciertamente, Liszt era Liszt :) Esto puede hacerse cuando el oído musical (la mente) está tan desarrollada que permita esta disociación, aunque realmente sólo puede uno mejorar musicalmente si hace lo contrario, si está hiperconcentrado en lo que ocurre en "el aire", esas variaciones de presión que parece que no podemos asir.
Muchos alumnos/as han registrado en su cerebro unos malos hábitos por los cuales sólo hay un camino directo entre la vista (la partitura) y sus dedos, sin pasar por el cerebro musical, por la audición interior. Esto lo señaló hábilmente el genial pedagogo Willems, así como Martenot.
Termino comentando que todo aspirante a músico así como todo oyente o aficionado a la música debería preocuparse en ESCALAR en la siguiente montaña:
1. Audición "sensorial": todos los que no estemos sordos la practicamos a diario. Es cuando se oye, sin prestar conscientemente atención.
2. Audición "sentimental": es aquella en la que implicamos nuestros recuerdos y los asociamos a subjetivas emociones particulares. No salir de este circuito en sí no es lo más recomendable, a mi juicio.
3. Audición "intelectual": que permite entender la música en su propio lenguaje, saber qué está pasando. Es el máximo nivel de escucha. El preconizado por Hanslick, por Stravinsky, por Copland, entre muchos, por ejemplo.
No excluye el anterior, pero realmente se disfruta de "otra manera" la música, siendo una especie de co-constructor, en palabra de Hindemith, acercándote más al compositor. Es el tipo de audición que te permite, por ejemplo, saber qué forma musical está construyendo Haydn en un minueto (si alarga más allá de las cuadraturas convencionales una frase, para provocar el llamado "humor musical", que os puedo garantizar que es realmente hilarante, eso sí, exige estar hiperactivo, hiperconcentrado durante ese minueto de sólo cuatro minutos.
A disfrutar de los tesoros sonoros del pasado. Y Falla dijo: "la música no se hace para que se comprenda, sino para que se sienta". Él especialmente le da mucho valor a la música que no es sólo número escrito sonoro, sino verdadera emoción, verdadero "pellizco" al oyente, "encantarle"... Realmente es una posición "romántica". No son antitéticas totalmente. Sintamos y comprendamos: doble placer!!!! Como dijo da Vinci: conocer es amar.