Revista Comunicación

Sobre la desintermediación en Internet

Publicado el 26 abril 2011 por Davidsoler @dsoler

Hace unos días Javier Velilla publicaba un artículo en el Blog de Escacc hablando de la importancia de los Content Curators como intermediarios que añaden valor al consumidor final del contenido (el artículo está en catalán. En cuanto lo traduzca al castellano modificaré el enlace).  Javier y yo nos cruzamos varios DM vía Twitter comentando sobre la desintermediación.

Es cierto que ahora productores y consumidores están más cerca que nunca y que los costes de esa conexión cada día son más bajos. Pero ¿realmente los productores pueden, quieren o deben ponerse a vender directamente? Yo no tengo tan claro que los intermediarios vayan a desaparecer como algunos se empeñan en afirmar.

Ya lo decía Pepe Tomé: “cualquier profesión que esté basada en intermediar un proceso que el cliente esté dispuesto a realizar por su cuenta, va a desaparecer”. O dicho al reves, cualquiera que añada valor tiene cabida en la cadena. Para que un autor, un músico o un creador en general puedan vender directamente a sus clientes, aprovechando la potencia de Internet, tendrán que crear primero una comunidad. Y para crearla y mantenerla necesitarán ser activos online generando contenidos, actualizando sus sitios, respondiendo a quien le deje un comentario, etc.  Mientras seas poco conocido, en cuyo caso difícilmente vives de la escritura o de la música, no hay problema. Pero cuando uno cobra cierta relevancia resulta difícil desdoblarse, así que tienes que empezar a subcontratar tareas: puedes hacer que otro escriba por ti o puedes buscarte quien te maneje tu vida online. Doy por hecho que ya tenemos claro que las empresas, en este caso una persona, debe centrarse en hacer (muy) bien aquello que sabe hacer, así que no buscará quien le escriba

:)

A quien va a manejar la actividad online (o por extensión todo el marketing) podemos llamarle proveedor, del mismo modo que entendemos una agencia de publicidad o una consultora de marketing, pero en cualquier caso sus servicios tienen un coste que repercute en el precio final para el consumidor. Si no queremos ser muy ortodoxos es un intermediario porque, en el fondo, ese mismo trabajo lo podrían hacer un editor, una discográfica o un agente. Si no os gustan estos nombres se los cambiamos y listo.

Y cuando hay un montón de autores en la red, subiendo sus creaciones, manteniendo sus blogs, y generando un contenido de valor aparece alguien que se dedica a filtrar y ordenar todo lo que corre por Internet sobre un tema concreto para que sea más fácil consumirlo. Es lo que hacen Google News o SocialBlaBla o tantos otros sitios en Internet. Pero en realidad su trabajo se acerca bastante a lo que hoy hacen el editor, la discográfica, un distribuidor o lo que podría hacer una tienda.

Y eso ocurre todos los días de forma natural y por la misma razón que existen editoriales o discográficas en el mundo actual: porque alguien crea, alguien revisa o “marketea” y otro se dedica a llevarlo hasta el cliente. Y cuanto más grande sea Internet y más contenido haya más agregadores y funciones nuevas aparecerán. La clave está en saber si añades valor y dónde a un lado u otro de la cadena.

O sea, que hay que aprender a adaptarse. No tienen porque desaparecer las empresas, simplemente cambia la forma que tienen de trabajar o sus funciones. Que ahora pueda hacerlo una estructura más pequeña o un profesional (el content curator en un caso, por ejemplo) es otra historia. Así pues, tanta desintermediación no tenemos.

En fin, que ya sabéis: a espabilarse y a buscar vuestra nueva función en la cadena de valor.

¡Que tengáis una feliz semana!


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