Últimamente observo la proliferación de concursos literarios sobre microrrelatos. Será porque no tenemos tiempo de leer novelones, será porque "lo bueno, si breve, dos veces bueno" o será porque los lectores de hoy disfrutamos del poder de la sugerencia y la posibilidad de reconstrucción personal. En la microhistoria el autor calla para que el lector cree.
Andrés Neuman habla sobre la microficción, género tan en boga en nuestras letras más recientes, y nos advierte: "Lo corto no es lo mismo que lo breve".