Pobreza es la cualidad de ser pobre. Este adjetivo hace referencia a las personas que no tienen lo necesario para vivir dignamente, que son humildes o que son desdichadas.
La pobreza, por lo tanto, es una forma de vida que aparece cuando las personas carecen de los recursos
necesarios para satisfacer sus necesidades básicas. Esta condición se caracteriza por deficiencias en la alimentación, por la falta de acceso a la asistencia sanitaria y a la educación, y por no poseer una vivienda que reúna los requisitos básicos para desarrollarse correctamente.
Existen diversas situaciones involuntarias que pueden llevar a un individuo a la pobreza; el desempleo, los salarios insuficientes, la corrupción, la fallidas políticas económicas, la guerra y las catástrofes naturales son algunas de las más frecuentes. Asimismo, una enfermedad o una adicción cuya recuperación exija gastos desmesurados suele ser el lamentable camino a la quiebra de muchas familias.
Los individuos no podemos evitar que nuestro sentido de supervivencia nos impulse a seguir avanzando cuando todo parece haber terminado; y es justamente la pobreza, la necesidad extrema, una de las situaciones sociales en las que muchas personas descubren cuán fuertes son, cuántos sacrificios están dispuestos a hacer para cuidar a sus seres amados y procurarles un futuro mejor.