Revista Opinión

Sobre la Universidad Venezolana y la sustentabilidad. O de como pretendemos ir hacia adelante con el carro en reversa.

Publicado el 06 agosto 2019 por Carlosgu82

¿La universidad Venezolana aporta a la sustentabilidad del país?

Permítanme ser más claro, hoy no quiero hablar de todas las universidades venezolanas, sólo de los antiguos Institutos Universitarios de Tecnología (IUT) y Colegios Universitarios (CU)… que también son parte de la universidad venezolana…

Otro día nos referiremos a las demás instituciones: las autónomas, las experimentales y claro las privadas, de las que también hay mucho que decir, para bien y para no tanto…

De cómo en el 2001 se decidió que había que transformar y modernizar estas instituciones.

No me voy a detener en los aspectos burocráticos y formales de los respectivos decretos, en la práctica la “modernización y transformación de los IUTs y CU significó la intervención de estas instituciones.

Es cierto que no eran autónomas en el sentido estricto de la palabra, por lo menos no financieramente, sin embargo, al menos podían elegir sus autoridades. La intervención significó el nombramiento a dedo de las mismas desde entonces.

Posteriormente, con la misión Alma Mater, estas instituciones comenzaron a “transformarse” en universidades politécnicas territoriales o universidades “especialidades”.

Hago énfasis en la palabra “transformación” porque para muchos como yo, el cambio fue solo de nombre, siguiendo prácticamente igual en sus estructuras, organización, fortalezas y limitaciones.

Entre otros aspectos que no cambiaron, se encuentra otra vez la “intervención”, estas instituciones siguen sin poder elegir sus autoridades, y en muchos casos ni siquiera se respetan las instancias de cogobierno universitario, de esto precisamente es de lo que quiero hablar hoy.

Ahora… ¿las Universidades no autónomas son más sustentables que antes?

Para la reflexión, que no la respuesta a esta pregunta, les quiero ofrecer tres ideas sobre el deber ser universitario, ustedes juzguen:

La Agenda 2030 en el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) N° 4: Educación de Calidad, establece como meta N° 4.7:
De aquí a 2030, asegurar que todos los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y los estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y la contribución de la cultura al desarrollo sostenible
Este ODS, entra claramente en la dimensión social de la sustentabilidad, para mí, además lo podemos ubicar en la dimensión político/institucional, ya veremos a donde nos lleva esto, otro ejemplo:

La Carta de la Tierra,  aporta dos principios valiosos, también como referentes éticos, ontológicos y deontológicos:

  • Construir sociedades democráticas que sean justas, participativas, sostenibles y pacíficas.
  • b Apoyar la sociedad civil local, regional y global y promover la participación significativa de todos los individuos y organizaciones interesados en la toma de decisiones.

¿No les suena conocido? ¿No les recuerda a la reforma universitaria de Córdova?

Es verdad que las ideas de autonomía, cogobierno, elección de autoridades universitarias en Venezuela nunca se plasmaron en su totalidad más allá de la Ley de Universidades de 1958.

Pero ¿cómo están estas instituciones hoy? ¿Que ha dejado la práctica de nombrar directores, rectores y subdirectores desde el ministerio?  A lo sumo por “acuerdos” con el sindicato de turno…

Reconozco que he tenido responsabilidad en esto, por acción u omisión, y no quiero entrar en el debate sobre la “idoneidad” de quienes así han sido nombrados, la reflexión que les propongo es la siguiente:

Si el desarrollo sustentable requiere participación ciudadana como elemento axiológico….

Si para el desarrollo sustentable, la teoría y la práctica de la educación debe ser consecuente con sus valores…

¿Podemos formar ciudadanos sustentables, conscientes, comprometidos, participativos en definitiva, sin instituciones universitarias democráticas?

Sin instituciones donde la elección, el debate, la discusión franca, plural, académica y científica; es decir la participación en la toma de decisiones, sea el estilo de vida y quehacer diario… ¿se puede formar el ciudadano profesional que necesitamos?

Por favor quiero leer sus comentarios, ustedes díganme si habremos aprendido la lección o  tengo que ajustar el retrovisor del vehículo…


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