En tu vida , nunca has tenido una meta precisa, las metas que te has fijado se han ido modificando con el tiempo, no han dejado de cambiar hasta que al final no has tenido ninguna. Si uno se pone a pensar sobre ello, la meta última de la vida humana es algo que carece de importancia, es como un enjambre de abejas. Si uno lo deja estar acaba lamentándolo, pero si lo coges los insectos te picarán, por lo que es preferible dejarlo estar y observarlo sin tocarlo. Gao Xingjian, La Montaña del Alma
Así el personaje de la novela de Gao Xingjian realizó ese viaje a sus raíces, con algún grado de planificación o tal vez jamás lo habría hecho.
Sin embargo no siempre planificamos más allá de lo meramente operativo, cuánto tiempo le asignamos a pensar en qué haremos en 5 , 10 o 15 años?
Planificar a ese nivel requiere en primer lugar tener control sobre lo inmediato, es decir , las tareas diarias y un plan semanal que podamos revisar de manera permanente.
Sólo así, con esa experiencia y control, podremos planificar más allá de lo meramente operativo y comenzar a diseñar la manera en que se concretarán nuestros sueños.
Y tú, cómo te aproximas a tu enjambre de abejas?
Imagen: notepadpencil1199
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