Gabriel J. Perea R. | 21 de junio de 2023
El tiempo avanza sin pausa, y los acontecimientos se acercan, haciendo inevitable la decisión de a quién votar en 2024.
Una vez más, nos encontramos aplicando la única regla posible: votar por el menos malo.
Los ciudadanos albergamos la esperanza de que cada cinco años surja un líder, una figura carismática, un caudillo o incluso un superhéroe que encarne las cualidades que todos anhelamos: honestidad, integridad, decencia, y que no oculte agendas ni, peor aún, tenga intereses creados con aquellos que financian carreras políticas con el único propósito de obtener lucrativos negocios a través de sus títeres políticos.
Lamentablemente, esos anhelos no se cumplen y solo vemos emerger al ruedo político personajes dudosos, cuestionados, con oscuros antecedentes y una serie de compromisos que deberán saldar una vez alcanzado el cargo.
Los actuales candidatos presentan casi todos alguna falla: algunos son o han sido políticos, otros están quemados, algunos simularon falta conveniente de memoria cuando formaban parte de un partido en el poder en el pasado, otros son seudo independientes disfrazados y también están aquellos que parecen buscar únicamente la realización de un anhelo personal de ser presidente, sin importar el costo.
Aunque aún faltan meses, las aguas pantanosas en las que habitan los políticos comienzan a agitarse. Veremos de todo: alianzas turbias, traiciones, sorpresas, y cuidado con aquellos que serán golpeados por acciones fuera de nuestro territorio.
Cualquier cosa puede suceder, como bien se dice en política, no hay sorpresas sino sorprendidos.
Lo importante es esperar y, llegado el momento, tomar la decisión más sabia posible: votar por aquellos en quienes realmente creamos que pueden servir a nuestro país en lugar de servirse a sí mismos.
Los demás votarán por el amigo o por aquel que les prometió un pequeño puesto por unos cuantos años, sin considerar que después llegará otro y deberán dejar ese asiento en algún ministerio para el próximo funcionario, y así continuará el ciclo una y otra vez.