Leyendo “Pseudociencia e ideología” de Mario Bunge. Un par de momentos:
“No creo que haya una receta segura para detectar y evitar las pseudociencias. Pero sí hay una manera de precaverse de ellas: adoptar una cosmovisión materialista, o al menos naturalista, y practicar el escepticismo metodológico. La primera no admite le existencia de entes espirituales independientes de cerebros. Y el escepticismo metodológico manda dudar de cuanta conjetura no haya sido comprobada“.
(…)
“Los científicos y tecnólogos tienden a tratar la pseudociencia y la pseudotecnología como basura inofensiva, o incluso como productos adecuados para el consumo de masas: están demasiado ocupados con su propio trabajo para que les preocupe la superchería. Esta actitud es lamentable por varios motivos. En primer lugar, la pseudociencia y la pseudotecnología no son basuras reciclables, sino virus intelectuales que pueden atacar a cualquiera, lego o especialista, hasta el punto de enfermar toda una cultura y predisponerla contra la ciencia y la tecnología. En segundo lugar, la emergencia y difusión de la pseudociencia y de la pseudotecnología son fenómenos psicosociales importantes, dignos de ser estudiados de cerca, y quizá de ser utilizados como indicadores del estado de salud de una cultura“.
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