Revista Opinión

Sobre personajes secundarios

Publicado el 11 diciembre 2012 por Missw @NeloSoriarti
Sobre personajes secundariosHace tiempo que quiero hablar de ellos, porque creo que en ocasiones son muy importantes, casi o tanto como los protagonistas, porque bien trabajados le dan credibilidad y solidez a una historia, porque pueden tener su propia historia, porque parecen estar condenados a no llevar nunca la batuta ni la voz cantante en una historia, pero muchas veces nos sorprenden y gracias a sus decisiones o sus acciones, toda la trama de nuestra historia puede girar y girar hasta desarrollarse de una manera diferente y porque se les termina cogiendo un cariño infinito. Son los personajes secundarios, ésos que parece que no hay que trabajar mucho, pero que al final pueden llegar a ser decisivos en nuestra historia.
Según mi experiencia y la de mis historias, yo distingo dos tipos de personajes secundarios:
1. SECUNDARIOS PUROS: Los que no aparecen en la novela o aparecen muy poco. Vienen, hacen algo, y se van. Pueden dar pistas a un protagonista para continuar su camino, pueden tomar cierta decisión que precipite lo que pase después pero no forman parte del entorno del protagonista ni tampoco son relevantes para el desarrollo de la historia. Un ejemplo puede ser: nuestro protagonista pasa la noche con una chica (secundaria). Cuando a la mañana siguiente él despierta, ella ya no está, pero en la mesita hay una nota que le dice que tiene que ir a un sitio o que le dice que debe hacer x cosa.2. SECUNDARIOS PSEUDOPROTAGONISTAS: Los que aparecen en la novela y tienen casi tanta relevancia como los personajes protagonistas. Están más desarrollados que los anteriores, los trabajo mucho y son más que acciones que desencadenan otras acciones, son personalidades, almas y motivaciones propias. Un ejemplo es todo aquel secundario que interviene en la vida de nuestro protagonista y en la historia de una manera activa, e incluso a veces haciendo caso a sus propias motivaciones o deseos, que tiene una historia paralela y que quiere conseguir algo.
En el caso de mis historias, me gusta tirar de los secundarios puros para provocar ciertos acontecimientos en la trama y no dejo que esos secundarios pseudoprotagonistas sean más de uno o dos. Igualmente, creo que a ambos hay que trabajarlos casi como si fueran protagonistas, intentando darles una personalidad propia, ya que un día nos descuidamos y nos cambian la trama por completo y por eso conviene concocerles bien. En mi opinión, los personajes secundarios son muy importantes, forman parte del entorno, pasado, presente o futuro, de nuestros protagonistas; y aunque lleguen, hagan algo y se vayan, tienen que tener un motivo para hacerlo y no ser como una aparición divina. Pueden ser conocidos eventuales, sus mejores amigos o sus enemigos, polos opuestos o admiradores secretos. ¿Quién sabe cuánto puede dar de sí un secundario cuando le das cierta confianza para que sobresalga del resto? 
En mi caso, no ha habido secundarios más estelares que Hécate y Leto, mi par de demonios malos no, peores, que al final terminaron determinando la suerte de mis protagonistas. Otro ejempleo es el caso de Un año sin lluvia tengo los dos tipos de secundarios: el puro (Bruno Lampone o los tíos de Alpha en Nueva York) y los secundarios pseudoprotagonsitas (Calonte, Sergo y Loreto). 
¿Deben ser los secundarios piezas clave de las historias? Yo creo que sí, primero porque en conjunto, otorgan solidez a la historia y segundo porque, como recurso, pueden sernos muy útiles a la hora de tirar de nosotros mismos cuando estemos atascados o de nuestra trama cuando precipiten que algo pase con sus decisiones o acciones.
Para construirlos, a parte de los rasgos básicos como son nombre, aspecto físico y otras características que ya vimos AQUÍ cuando hablamos de protagonistas, cuando me pongo a idear un personaje secundario intento dar respuesta a estas tres preguntas:
1. ¿Qué tipo de secundario es?Según su función en la historia, ya hemos visto que puede venir, hacer algo relevante e irse o formar parte del entorno del protagonista y de la trama.
2. ¿Qué relación tiene con los protagonistas? Puede ser su amigo fiel o su peor enemigo. En ambos casos, las motivaciones del personaje pueden ser determinantes, ya que no es lo mismo que un secundario esté dispuesto a dar la vida por un protagonista que al contrario. Para ello, me planteo otras preguntas como:- ¿Cómo conoció al protagonista?- ¿Qué valores le gustan/odia del protagonista?- ¿Qué estaría dispuesto a hacer por/contra el protagonista?
3. ¿Es relevante su historia para la trama principal?Quizá sí. Es importante construir una historia en torno al secundario, que hable de su pasado, que explique por qué es así y cómo se comporta. Luego, a gusto del escritor, esto puede o no incluirse en la novela, pero a la hora de escribir sobre él o sobre sus acciones, es importante saber quién ha sido el secundario antes de ser quien es.
Una vez que tengamos claro, además de sus rasgos básicos, quién es nuestro secundario, quién ha sido, qué relación tiene con el protagonista, por qué se comporta como lo hace, sólo hay que tenerle en cuenta a la hora de escribir. Y además tener cuidadín con ciertos aspectos:
1. Si nuestra historia tiene muchos sencundarios, hay que jerarquizarlos. Es decir, darles una importancia diferente según su función en la historia. En mi caso nunca son más de uno o dos secundarios los que sobresalen casi como si fueran protagonistas. El motivo es la tipificación que he hecho antes de tipos de secundarios y que una colección enorme de estos personajes que además tengan un protagonismo relevante puede dar lugar a confusión y a que nos descentremos de la trama principal de nuestra historia.2. Un secundario puede empezar siendo secundario e ir adquiriendo protagonismo a medida que avanza la historia: a mí me gusta que los personajes crezcan y evolucionen. Una historia me gusta mucho más cuando un secundario pequeño se hace grande a lo largo de las páginas que cuando, de repente, aparece por ahí, a mitad de la historia, y quiere comerse el protagonismo de los personajes principales.3. No conviene centrarse en un secundario que destaque mucho, porque podemos perder el hilo de la historia.
Y ahora os toca. ¿Qué pensáis de los personajes secundarios? ¿Creéis que tienen que tener relevancia en la historia? ¿Cogéis el mismo o más cariño a vuestros secundarios que a vuestros protas?

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossier Paperblog

Revistas