Revista Política

Sobre shockeo del centro emotivo superior

Publicado el 25 marzo 2018 por Gabrielvl @gabrielvl05
Podemos apelar a distintas formas de shockeo. De todas ellas, vamos a apelar a la mejor. Pero esta forma mejor, de todas maneras podría ser más violenta, tal que cubriera la conciencia del experimentador, impidiendo que tomara una línea adecuada. Parece ser que deberíamos nosotros, ir manejando esa fuerza, a fin de que el experimentador se fuera familiarizando con ella y no quedara sobrepasado por ella. Cuando nosotros estemos en ese manejo de Fuerza, vamos a considerar, por ahora, nada más que a nivel psicológico. Y aunque vayamos a shockear al emotivo superior, siempre va a seguir operando a nivel psicológico. Y no vamos a considerar la acción de ninguna fuerza externa de tipo trascendental o como quieran llamarla. Vamos a considerarlo todo dentro del bio-psiquismo del sujeto. El, trabajando con su propia energía interna, va a terminar shockeando allá arriba. Pero ésto, como les digo, conviene ir trabajándolo controladamente, con un volumen adecuado a fin de que no se suelte y sobrepase al sujeto. ¿Estamos en claro? Vamos a usar el método más adecuado para todo ésto. Y el método más adecuado va a consistir en: Trabajar con las esferas mentales que conocemos. En tres o cuatro reuniones en total, vamos a terminar produciendo la ruptura de nivel. Y si algunos rompen el nivel antes de cuenta, antes de tiempo, nosotros vamos a impedir que continúe ese proceso porque no van a poder manejarlo. Paulatinamente vamos a ir aumentando el volumen.  Esto tiene que quedar bien claro. El trabajo es con las esferas mentales, en pasos bien simples. El primer paso consiste en: una posición corporal normal, sin acción de ningún estímulo externo. No hablamos de humos, ni de luces, ni de cosas raras... Con relativo silencio.
1° Tomamos la esfera mental. ¿Qué es ésto? Recordamos una esfera cristalina transparente y la colocamos mentalmente fuera de nosotros y en lo alto. No importa a qué altura. 2° En el otro paso, la vamos a ir bajando hasta co locarla a la altura de los ojos. Ahora es mejor visualizada que en el primer paso. 3° A esa esfera, la vamos a tratar de "meter" en l a cabeza. La seguiremos viendo y la vemos con claridad en el interior de la cabeza. 4° A esa esfera la "bajamos" desde la cabeza por e l interior del cuello hasta el centro del pecho, al medio de los pulmones, a nivel del corazón si les gusta. En ese cuarto paso, se comprueba que la imagen ha perdido su poder de representación visual y ahora tenemos una sensación interna. La sensación de que está trabajando ahí una esfera. Pero no vemos ya la esfera. Representarnos la esfera a nivel de los pulmones es tan difícil como representarla en lo alto. De manera que, tanto en lo alto como en los pulmones, la esfera se diluye. Pero se la ve bien a la altura de los ojos, en el interior de la cabeza, y cuando baja.
En ese cuarto paso, la esfera tiende (si se la observa con tranquilidad, sin forzar nada, si se la siente con tranquilidad) a aumentar de "volumen", como sensación interna. La esfera va aumentando de "volumen" desde los pulmones hacia afuera. De tal manera que se produce una concomitancia bien mecánica entre representación y respiración.
Esta esfera al ir aumentando de "volumen", es como si comprimiera los pulmones por dentro. La respiración entonces se hace profunda y nosotros no nos preocupamos por parar tal fenómeno, sino que dejamos que la respiración se profundice.
Todo el manejo mental, en ese momento, está puesto exclusivamente en esa sensación de la esfera interna que se dilata. Y de ese modo nosotros podemos terminar shockeando arriba. ¿No les parece increíblemente simple la mecánica del shockeo?
Ustedes no se preocupen por el problema de que si esa mecánica puede producir tales fenómenos, o si esa mecánica los pone en resonancia a ustedes con un Trabajo que puede venir de otro lugar. El hecho es que trabajando de ese modo, podemos producir el shockeo del emotivo superior, en alrededor de veinte minutos. Y aquí paramos hasta que pueda ser controlado. Y eso es todo. Posteriormente se verá cómo en esa ruptura (cuando surgen las imágenes y las concomitancias físicas y emotivas) se puede ir canalizando en una adecuada dirección, la energía psíquica.  Si nosotros dejáramos el planteo en ese punto, lograríamos simplemente el shockeo del emotivo superior. Lograríamos el control de una determinada línea que nos hace manejar la mente a otro nivel. Pero resulta que a nosotros nos interesa producir otro tipo de fenómenos, para disponer de esa fuerza psíquica. No sólo que esa fuerza psíquica se libere y pueda ser dirigida, sino disponer de una carga energética considerable. Esta carga energética que se registra como una electrificación total del cuerpo, comienza por las manos, sigue por los brazos, se extiende por todos los miembros y termina energetizando el cuerpo hasta límites de lo tolerable. Esta energía cuasi-eléctrica, no proviene estrictamente del campo del psiquismo personal, sino que proviene de otra parte que no vamos a estudiar acá. Pero por ahora, nosotros vamos a decir que este trabajo es interno, de cada sujeto que va haciendo su shockeo y el shockeo sí es personal. En el momento de ruptura no obstante, vamos a sentir la entrada de fuerzas energetizantes que no son personales. En ningún caso de fenómenos crepusculares, ni en ningún caso de fenómenos mediumnímicos, o como quieran llamarlos, se produce la energetización que hay en esta ocasión. Pero ésto habrá que experimentarlo, como hay que experimentar los estados de conciencia consecuentes. Nos interesa, entonces, disponer de esa energía, para poder luego trabajar con ella. Pero la mecánica es bien simple en los cuatro pasos que dijimos. Habitualmente, la gente se pone de espaldas para no ser molestados por la posible mirada de los que tienen en frente. Hace círculos.  Si ustedes en ese estado trabajan bloqueando, entonces no van a poder shockear. Basta que ustedes no quieran, basta que no hagan alguno de los pasos para que no se produzca el fenómeno. Si ustedes están forzando también la idea de semejante cosa, tampoco shockean. De manera que la simple mecánica que les he dicho como entrada del shockeo en lo crepuscular, es un "dejarse-ir". Que actúe eso sólo por sí. ¿Está claro? No es más difícil que eso. Tomado de: Silo, Cuadernos de Escuela. 1973

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