Revista Cultura y Ocio
Prefiero a veces no comentar películas cuya crítica parece demasiado evidente. En el caso de La dama de Hierro, me parece interesante hacer referencia al comentario de Joaquín Estefanía, porque se establecen las distancias y matizaciones oportunas entre la ficción del cine y la realidad de la historia económica y política. Porque solemos olvidar que el cine realiza representaciones interesadas y condicionadas por el medio cuando decide hablar sobre personajes reales. Resulta imprescindible no perder el contraste con la realidad cuando vemos esta película. Y a propósito del cine político -o histórico-, también puede resultar interesante el artículo que escribió hace unas semanas Toni García, haciendo un breve recorrído por la diversa calidad de películas sobre presidentes o políticos.