Revista Política
A una anciana la han puesto en la calle porque avaló con su única casa el préstamo de un hijo, que este no pudo pagar. Me da mucha pena esta mujer, me da mucha pena que su buen corazón y el egoísmo de su hijo la hayan puesto en la calle.El egoísmo y la desvergüenza de muchos les llevan al extremo de, por querer tener una casa en propiedad, pedir a sus padres, abusando del amor que estos tienen por ellos, que les avalen con la única casa que estos tienen. No les importa poner a sus padres en riesgo de quedar en la calle, desahuciados. Ante ese abuso, ante este egoísmo desmesurado, los padres tienen el derecho de ser sensatamente egoístas y negarse.