Un triple del inmortal Juan Carlos Navarro en el último suspiro ponía el 3-2 ante el Unicaja, y a su vez, el nombre del rival en la final ante el Real Madrid, de nuevo, por cuarto año consecutivo el Barcelona sería el contrincante.
Partido curioso el primero de la final. El primer cuarto empezó muy fuerte por parte del equipo local, estilo rodillo yéndose al descanso con casi 10 puntos de diferencia si no llega a ser por Mario Hezonja, hombre clave en su equipo, y un triplazo en los últimos segundos (27-20).
El segundo cuarto fue mucho mas igualado, y en mi opinión fue la tónica restante del partido, el Madrid estuvo jugando con unas ventajas de entre 5 y 10 puntos sin que hubiera demasiadas variaciones, tratándose de un partido bastante plano y errático, llegándose al descanso con un (47-40). La segunda parte fue mucho mas defensiva que ofensiva, con un Barça reinventado su modo ofensivo de juego tras el fiasco de un Tomic inoperante que solo sumó dos puntos en este partido. Por suerte apareció Super Mario, Hezonja, en otrora lastrado por su entrenador, se erigía como líder irreverente de su equipo, saltándose las tácticas de Pascual a base de buena muñeca desde el 6,75 que oxigenaba a su equipo cada vez que el madrid pegaba un pequeño estirón.
El tercer cuarto fue un truño con 12-13 de parcial respectivamente donde primó mas que la buena defensa, que la hubo, las malas elecciones de tiro de ambos equipos y la imprudencia de unos por lucirse y desequilibrar el partido y de los otros por intentar mantenerse vivos sin contar con el reloj y si con unas prisas que no iban acordes con las distancias en el marcador.
El último cuarto empezó mas encendido, por lo menos en acierto que el anterior, pero se fue apagando hasta tal punto que lo único interesante era el final apretado y como se iba a dilucidar, a falta de un minuto el Madrid iba 72-70, poniendo nerviosismo a sus aficionados después de controlar durante todo el partido la distancia con su rival. El resultado final, se debió a las precipitaciones azulgranas por remontar y al acierto en la línea de tiros libres de los blancos (últimos 6 puntos).
Como he empezado la crónica, curioso que el Madrid jugará al Barça con un partido cerebral, sometiendo al rival a un basketcontrol de 5-10 puntos, consiguiendo anular la mayor baza ofensiva de su rival (Tomic) y ganando desde la defensa, debido a su estancamiento en ataque. La pena es que Juan Carlos Navarro se volviera a romper intentando cambiar el destino de su equipo en este partido. El madrid dominó el rebote 35-30, cosa extraña pues en este apartado suele ser superior el equipo culé
El segundo partido tuvo un esquema muy similar al anterior, pero con grandes diferencias en el resultado.
El Madrid volvía a doblegar al Barça en el primer cuarto, pero en esta ocasión la paliza fue inconmensurable metiéndoles un parcial de 31-10, con un rectital de triples, 5 de LLull, 1 de Sergio Rodriguez y otro de Rudy.
El sgundo cuarto estuvo mucho mas igualado emergiendo las figuras de Doellman y Ante Tomic, para cortar un poco la sangría ofensiva del Madrid, si no puedes parar a tu enemigo en defensa, que menos que devolverle las canastas en ataque. Llevándose al final el parcial con un 18-22, pero con un total de 49-32, bastante cuesta arriba para remontar el partido.
Jugando un partido con dinámica ofensiva y rápida, es imposible ganar a este Madrid, independientemente cual sea el equipo europeo que tenga enfrente, o les paras, o hay muchas muñecas que te pueden hacer daño, y Pascual, experto en equipos defensivos, no sabía como parar la avalancha ofensiva de los de Laso, solo conseguía acompañar intercambios de canastas, cosa que no sirve de nada cuando te han metido un parcial brutal en el primer cuarto. 26-24 a favor de los blancos en este cuarto para un 75-56, que a falta de un cuarto, ya había dilapidado el encuentro.
El último cuarto volvió a ser un intercambio de canastas a ver quien consigue más y de nuevo los blancos consiguieron llevarse el gato al agua con un 25-24, que redondeaba la cifra final a 100 puntos por 80 blaugranas. Solo Doellman, Tomic y Satoranski, rindieron a buen nivel ayudados por un todavía renqueante Abrines, de nuevo LLull volvía a ser el heroe de los suyos tras un primer cuarto para enmarcar que le serviría para llegar a los 24 puntos.
Como hemos dicho, mismo esquema que el primer partido, te gano bien el primer cuarto y los otros 3 muy igualados, lo que me ofrece controlar el partido y ganarlo, de nuevo el Real Madrid ganaba en la lucha por el rebote 31-22, lo que dilapida, mas si cabe, el poder de reacción blaugrana.
La serie se traslada a Barcelona con un equipo local entre las cuerdas y uno visitante que sería interesante de ver que actitud iba a poner ante este partido, echando toda la carne en el asador o si venían malas dejarse llevar guardando fuerzas para siguientes encuentros.
La verdad que el primer cuarto fue intenso e igualado en puntuación, no asi en el juego de equipo, si bien el Barça dominaba en el rebote, cosa inédita hasta este punto de la serie, monopolizaba el ataque en balones a Tomic. El croata hizo estragos a la defensa madridista, único punto negro del equipo que se mostraba serio y a lo suyo, terminando el primer cuarto con un empate a 17.
El Madrid metió una marcha más con su segunda unidad, esta que consta de Rivers, Maciulis, Nocioni o Carroll y que en partidos importantes rinden tanto o mas que los titulares, y no me refiero solo en anotación, me refiero a la defensa, al rebote y sobre todo a la intensidad. Pese a algún destello de Oleson o Doellman, el Barça no pudo contener el festival de triples blanco sin un Tomic aportando en pista y el equipo se vino abajo con un parcial de 17-31, (34-48) que dejaba, si no hubiese pronto reacción a un Madrid medio campeón.
El tercer cuarto fue una vuelta a la tortilla, y un Madrid negado cada vez más en ataque, se iba diluyendo ante Tomic por dentro y Abrines por fuera, secundados de vez en cuando por Oleson y Doellman. El gran fallo ( e inexplicable por cierto) es ver como Laso viendo como se desmoronaba la ventaja de 14 puntos de su equipo, no era capaz de pedir un tiempo muerto o de cambiar alguna pieza para carburar una maquinaria muy oxidada. Viendo el transcurso de este cuarto y la ineptitud del madrid de cambiar el rumbo (llegó a recibir un parcial de 15-0) daba a pensar que el equipo no sólo les daba la oportunidad de un cuarto partido, sino que iban a perder este por paliza, dando alas al rival. El parcial de 33-17 ponía un 77-75 a favor de los culés que por primera vez parecían favoritos para llevarse un partido de esta final, hasta entonces utópico a menos que fallase un Madrid muy fiable.
Pero llegó el último cuarto y apareció Jaycee "microondas" Carroll y dijo: "Aquí estoy yo", secundado por dos rocas como Nocioni y Maciulis, inconmensurable la labor sorda del lituano que da todo donde menos se ve, luce en la mas profunda oscuridad y no en los focos como hacen otros. El Barça de nuevo se vió obligado a nadar a contracorriente, cada buena acción culé era debidamente replicada por los blancos que de paso les dejaban algo extra, puesto que los triples y los tiros libres les daban oxígeno a ritmo de Jaycee, llegando a poner a su equipo diez arriba (76-86).
En ese momento llego el todo por el todo blaugrana triple de Abrines, bandeja de Satoranski, gancho de Tomic y 83-86. Jaycee cogía un balón en el aire ante la parsimonia defensiva del Barcelona y 83-88, de nuevo canasta de Tomic (curioso el caso del croata que se tiró casi todo el cuarto con cuatro faltas y el Madrid como en muchos otros encuentros no aprovechó dicha situación o bien buscando la quinta o bien entrándole puesto que cualquier roce le podía eliminar, puntos fáciles)... El Barça la tuvo pero la malgastó y pronta falta a LLull, que no fallaba los libres, 85-90. Tiempo muerto, Pascual Claro, quedan 6 segundos, triple rápido y si entra falta rápida... El triple no entró y la falta no se hizo consumiendo LLull el bote con la sonrisa de ganador.
Por cierto el propio Sergio LLull, al que cada día nos da peor espina que se nos va para Houston Rockets este año, fue elegido MVP de los playoffs, en los que ha estado a nivel soberbio en puntos totales y decisivos, ojalá se nos quede porque es de esos jugadores que cuando no se tienen por mucho que venga alguien en su lugar, se echa en falta.