Las porciones de las comidas, a lo largo de los años, han aumentado enormemente y los consumidores ya no son consientes de cuánta comida están en realidad llevando a su boca. Conocer el tamaño correcto de las porciones puede ayudar a evitar cargar con calorías extras innecesarias como asimismo, los kilos.
Cuando contemplamos una adecuada porción para determinado individuo, la cantidad de comida debe estar basada en la edad, el género, el nivel de actividad física y desgaste calórico y el índice de masa corporal de la persona.
En Estados Unidos, se ha implementado un nuevo símbolo que remplaza la tradicional pirámide de alimentos, que dicta las cantidades recomendadas de las porciones de cada grupo de comida. Se trata de un ícono con forma de plato, dividido en 4 secciones y etiquetado con las 4 comidas esenciales: frutas, vegetales, granos y proteínas.
La razón de este cambio se debe a que los nutricionistas sostienen que la pirámide ofrecía una mala representación de una dieta saludable, ya que fallaba al no poder diferencias aquellas comidas altamente nutritivas (granos enteros y pescados), con aquellas cuyas se las conoce como de “calorías vacías” (pastas y cereales refinados).
Dentro de los cambios más notables que se han hecho, se enfatiza que, al menos la mitad de los granos que se consumen, deberían ser enteros (avena, arroz integral, maíz entero, etc.), y que la otra mitad del plato debería contener porciones de frutas y vegetales.
Siempre se está al intento de que los hábitos alimenticios se modifiquen de manera tal que mejore la calidad de vida de la población.