Estos planes cambiaron, sí. Así que claro, no os voy a explicar una visita que no hemos hecho, no tengo tanta imaginación (ni poca vergüenza). Pero sí que os voy a explicar lo que hicimos el sábado por la mañana, que tampoco es algo que hagamos de forma habitual. Nos fuimos a Ikea!
Vaya planazo, eh.... jajajaja. A ver, nos fuimos Hugo y yo solos. Mamá ha estado malita estos días y aunque ya está bien, quería descansar. Eric se quedó con ella. La razón por la que no me llevé al mini-monstruito es sencilla. Primero, porque hemos comprado otra sillita para el coche, y aún no la había montado. Y con la lluvia que caía, no me iba a poner a montarla en la calle. Y la otra razón es porque Hugo siempre ha estado acostumbrado a pasar tiempo nosotros solos, él y yo, ya que por horario podíamos y teníamos que hacerlo. Con la baja de la mamá y la llegada de Eric, estos momentos de "intimidad" se han esfumado, por lo que ésta era una buena forma de recuperar esa conexión.
La idea era ir a Ikea a comprar una olla. Sí, una olla. Será que no hay ollas en otros sitios, no? Pues yo que sé. Yo las ollas las toco poco, la verdad. Para fregarlas muy de tanto en tanto y ya está. Tema cocina lo tengo delegado. Y sí la olla tenía que ser de Ikea, pues ningún problema.Para mi, ir allí es como ir a una fiesta infantil de cumpleaños en una casa muy grande. A ver, es que es así. Muchos comedores, cocinas, baños, y habitaciones infantiles con muchos juguetes. En la cocinita esa de ikea hemos llegado a pasar mucho, pero que mucho rato. Además, que no hubiera venido la mamá de los monstruitos también sirvió para que Hugo jugara todo lo que quisiera. Para mí,teniendo un punto donde apoyarme ya me va bien el rato que esté. En cambio a la mamá, más de 5 minutos ya le pone nerviosa. También lo entiendo, porque es que nosotros tenemos la misma cocinita en casa. Y cansa, la verdad que cansa tanta cocinita... al menos para los adultos.Y como en toda fiesta, el niño se vuelve loco tocando, yendo de un lado para otro... He de reconocer que tenía un poco de
Y supongo que igual que a la mayoría de nosotros, lo que tienes pensado comprar (olla) y lo que realmente te traes, dista mucho de la realidad... Tengo el consuelo que todo lo comprado ya está utilizado, por lo que significa que lo necesitábamos. Sí, es mi consuelo... de alguna forma tengo que hacerlo. Otra forma de consolarme es que entre peajes, comida, lo que compras en las ferias, etc., hubiera salido todavía más caro.
Como siempre que vamos ahí, descubrí cosas sorprendentes. En este caso dos:
- Vendían máquinas de coser. No lo entiendo. Cada vez se parece más al Lidl, que te puedes encontrar desde un bizcocho a una librería pasando por un secador de uñas.- A la salida, que está lo de la comida, había pizza!! No tuve narices a comprarla, pero la chica de delante sí. Una pizza medida pequeña por 1,50. Por precio estaba bien. El sabor ni idea, tampoco le iba a preguntar.
Con todo esto... Alguien se anima a ir a Ikea el próximo sábado?
Truco. No os asustéis por lo que os hayan contado. Es posible salir de allí sin ir por el itinerario que te marcan. Hay atajos...