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Sobrevivir a la fast fashion

Publicado el 17 noviembre 2014 por Laura Rockbell @Rockbell92
Mis meses de investigadora me proporcionaron muchas enseñanzas y datos valiosísimos, pero si hay una frase que pueda resumirlo es "tu compra es tu voto". Si es la primera vez que pasas por aquí, no sabrás que acabé el grado de periodismo en junio al presentar mi trabajo de fin de carrera sobre moda sostenible, que compatibiliza el respeto a las personas y al medio ambiente, y la percepción que de ella tiene la población universitaria.
Me gustaría compartir cómo ha afectado esta frase a mi consumo. Al principio puede parecer que este cambio únicamente implica comprar prendas de tejido ecológico, pero a mí me resulta más acertado definir la sostenibilidad como un estilo de vida. Lo considero así porque la decisión influye en más aspectos de la cotidianidad que el simple hecho de comprar una camiseta u otra. 
Hoy te hablo de las realidades sobre las que, en mi opinión, es necesario reflexionar si deseas darle un giro a la forma en que consumes moda.Sobrevivir a la fast fashion1. Concepto "necesidad"
¡Cuánto abusamos de esta palabra! Es cierto que las necesidades tienen distintas dimensiones -la alimentación no ocupa el mismo puesto que la autoestima, por ejemplo-, pero aún así hay que esforzarse en distinguirlas de los deseos. Las ofertas o las rebajas son estrategias que suscitan necesidades ilusorias y frases como "hay que aprovechar", "es que está muy barato", "¡fíjate lo que costaba antes!", ocultando lo verdaderamente importante, ¿de verdad nos hace falta?
Sobrevivir a la fast fashion
2. Tendencias y básicos
"Lo que se lleva" llega a ser tan cambiante y aleatorio que no debería dictar nuestras elecciones de compra, sobre todo cuando se trata de hacer grandes inversiones que acabarán condenadas al olvido por temor a parecer que llevamos un disfraz anticuado. Lo ideal es desarrollar el estilo personal y decantarse por básicos, ¡ojo! Las prendas "básicas" no son las mismas para todo el mundo: alguien puede sentirse cómodo en vaqueros y, por tanto, comprarse varios; pero si otra persona prefiere el lino, ¿por qué va a tener que gastarse dinero en algo a lo que no va a sacarle partido? 
Descubrirás tus básicos analizando tu armario y lo que verdaderamente utilizas de él. Hay un experiencia muy interesante llamada Proyecto 333, que consiste en pasar tres meses con treinta y tres prendas, y que es ideal para adivinar qué ropa te hace sentir bien. 
Sobrevivir a la fast fashion
3. Personalidad y homogeneidad
La vestimenta encarna una lucha eterna entre la diferenciación y la inclusión: todos queremos sentirnos especiales pero no "repudiados". Resulta más complicado de lo que parece encontrar el equilibrio, aunque para algunas personas aparenta ser muy natural, por eso reciben el título de "icono de estilo". Aparte del motivo ético, huir de las multinacionales de moda es una forma de construir una personalidad al margen de los estereotipos y las tendencias. 
Sobrevivir a la fast fashion
4. Ocio y consumo 
Quienes adoran la moda convencional encuentran su mayor obstáculo en redireccionar sus hábitos de ocio, ya que parte de ellos se relacionan con la compra de ropa. Las grandes superficies estimulan este sentimiento, pues incluyen entre sus paredes tiendas, cines, salones recreativos, ofreciendo una tarta de diversión y carteras temblorosas. 
La alternativa sería encontrar otras formas de pasar el tiempo. A mí me ayudó hacer "terapia" con una amiga que se "convertía" a la moda sostenible al mismo tiempo que yo: nos contábamos nuestras apetencias y nos ayudábamos a pasar el mono. Sí, así escrito puede parecer exagerado, pero al final el consumo de fast fashion -referida al ritmo frenético de producción que llevan las grandes marcas- acaba convirtiéndose en una especie de adicción irracional e incontrolable
No obstante, he de reconocer que entender qué había detrás fue motivo suficiente para "desengancharme".
Sobrevivir a la fast fashion
5. Creatividad y actividad
La búsqueda de alternativas de compra te obliga a permanecer en actividad, a moverte, a preguntar. Si a esto se le une un presupuesto reducido, acabas por incentivar una mentalidad creativa y curiosa. En mi caso, estoy reutilizando muchas prendas que ya tenía y no utilizaba para evitar comprar otras nuevas. En este último aspecto de "alternativas" incidiré en otro post, ya que hay mucho que decir sobre qué opciones existen para comprar ropa fuera de las multinacionales. 
Siento que con este post he entrado por primera vez en materia. Espero que te haya resultado interesante y que compartas tus impresiones conmigo en los comentarios, me interesa mucho tu opinión :)
Imágenes de morguefile.com (libres)

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