A pesar de los numerosos beneficios que el Social Media puede aportar a las empresas y las personas, existen muchas ideas falsas sobre lo que puede y no puede conseguir una estrategia social en Red. Con demasiada frecuencia, las expectativas poco realistas, las falsas promesas y la desinformación, pueden conducir a la decepción.
Saber lo que el Social Media no puede hacer, nos ayuda a aprovechar más fácilmente sus ventajas, lo que en definitiva nos permite conseguir lo que buscamos de un medio tan potente.
El Social Media no puede:
Reemplazar a una estrategia de marketing: Las herramientas de Social Media son poderosas, pero no son un sustituto de lo tradicional. Las estrategias eficaces de comercialización pueden y deben incorporar elementos del Social Media como parte integral de su plan, pero no deben nunca sustituir al plan en si. Por otro lado, tener una página en Facebook o un Blog, no significa necesariamente tener una estrategia de Marketing integral.
Conseguir el éxito instantáneo: Pensar que por el simple hecho de crear una cuenta en Twitter vamos a conseguir miles de seguidores de forma inmediata, no es sólo poco realista, sino altamente improbable. El Social Media, no es una maratón, ni siquiera una carrera; pues se requiere de tiempo para cultivar una reputación y para obtener cierta presencia en la Red. Sólo la constancia, el trabajo y la paciencia, traen recompensas cuando aplicacmos estrategias de Social Media.
Comprar ni vender la influencia (ni garantizarla): Pensar o estar seguro de que tu marca, producto o servicio posee una calidad extrema y un reconocimiento notable en los medios tradicionales, no significa que vas a tener más influencia que los demás en las redes sociales. El Social Media es una especie de jungla en la que necesitas de un guía con cierta experiencia (Community Manager) para navegar por sus aplicaciones. Pero incluso contando con los más experimentados consultores en temas sociales, es posible que te encuentres con que a las comunidades target no les interese tu producto. Lo que refuerza el hecho aceptado de que el Social Media no es aplicable a ciertos sectores, empresas, marcas y productos.
Salvar una empresa que se hunde: Si una marca, producto o servicio se está “hundiendo”, la aplicación de estrategias de Social Media no hará mucha mella en la reparación de los daños que ya se han causado. Muchas empresas y personas piensan en el Social Media cuando las cosas les van mal, o lo ven como “algo” milagroso, cuando en realidad no es un remedio, (aunque a veces es una solución). La transparencia es crítica en las redes sociales, por lo que exponer más la situación puede crear peores y permanentes daños, que podrían empañar aún más la reputación de la empresa o la persona.
Ser responsabilidad de una sola persona: Cuando una empresa se involucra en las redes sociales o integra una estrategia de Social Media en su modelo de negocio; cada empleado se convierte automáticamente en un “embajador” social de la empresa. Es decir, ya no se trata de algo netamente empresarial, sino de algo inevitablemente social. Así que dependerá de “todos” en la empresa para que la promoción de marcas y productos resulten en más beneficios para todos. Aunque la responsabilidad de la gestión de las redes recaerá en el Community Manager, está claro que se pueden mejorar mucho los esfuerzos si se refuerzan las iniciativas de involucrarse y se evangeliza a los empleados de una manera positiva y significativa.
Reflexión: El Social Media no es la panacéa, ni es un hacedor de milagros. Pero sí que representa un gran aliado para acompañar a una buena estrategia de marketing.
Fuente: Adaptación de un artículo en inglés de socialmediatoday.com en donde incluyo mis propias notas, experiencias y opiniones, por lo que no constituye una traducción literal.