Cosas que pasan: una noche va tu marido y llega a casa diciendo que está hecho polvo, que no le apetece ni cenar, se zampa una natilla de la nevera, te da un beso y te dice que necesita irse a la cama. Y claro, tú lo entiendes mejor que nadie (sabes que anoche no pegó ojo), así que le deseas que descanse y te quedas sola en el salón con tu ordenador.
La verdad es que estudiar más no te apetece nada, así que decides investigar sobre algo que te intriga hace algunas semanas: cómo será eso de hacerse una página en Facebook. Y una cosa lleva a la otra, y acabas con página de Facebook, cuenta de Twitter y de Google+. Menos mal que lo has hecho en caliente, porque no te has parado a pensar que eso a lo mejor va a quitarte un tiempo que no tienes.
Sea como sea, está hecho, así que solo me quedaba contároslo: a partir de ahora, podéis seguirme en Facebook, en Twitter y en Google+. Perdonadme los fallos que pueda cometer, y os agradezco cualquier consejo que podáis darme en esta nueva aventura… ¡Un besazo a todos! ;)
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