Mil opiniones
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Los investigadores de las ciencias sociales han ido describiendo los estadios por los que ha ido pasando la especie humana. Uno de las etapas superiores ya imaginada hace décadas fue la de la Sociedad de la información, como un bien esencial que rige todas las actividades del hombre (y de la mujer) contemporáneos, desde que se levanta hasta que se acuesta. De esa Sociedad de la Información hemos pasado ahora a la Sociedad de la Opinión. Ya no importa lo que se cuenta, sino la versión de quien lo cuenta. Las opiniones nos persiguen a todas horas desde las innumerables pantallitas que pululan a nuestro alrededor, convertidas en apéndices de nuestra existencia. Todos obligados a opinar, de lo que sea, en todo momento, con o sin fundamento, en Twitter, en los blogs, en Facebook. En este mismo blog también, claro. La siguiente evolución tal vez sea la de la Sociedad del Hartazgo Con Ansia de Silencio.