Desde la caída de la tiranía de Hippias (510) y las reformas constitucionales de Clístenes, a finales del siglo VI, hasta la conquista de Atenas por los macedonios, a finales del siglo V, Atenas vivió unos 100 años de democracia, sólo interrumpida durante la guerra del Peloponeso y los conflictos políticos derivados de esta contienda.Las reformas políticas de Clístenes (508-507) habían acabado con la preponderancia política de la aristocracia, limitando su influencia al Areópago, especie de tribunal constitucional encargado de velar por la constitucionalidad de las leyes y de vigilar su aplicación por los magistrados. Aumentó el número de miembros del Consejo creado por Solón, que paso a ser de los Quinientos. La designación de los miembros era por sorteo dentro de una lista de candidatos elegido en cada demo. Por otro lado establece reformas territoriales: el demo es la unidad administrativa básica (equivalente a municipio, barrio, circunscripción), y es también la unidad básica de participación política, a través de la asamblea de cada demo, así como el referente territorial para la obtención de la ciudadanía (registro en el demo donde uno nace). Atenas tenía más de un centenar de demoi. Un elemento territorial nuevo, creado ex-profeso, es la tritia, por un número de treinta en total. Cada tritia se compone de un sector urbano, uno rural y otro litoral, no necesariamente conectados entre sí. Es una creación artificial, se supone que para combatir la influencia territorial de las grandes familias aristocráticas. En el terreno militar, Clístenes apuesta por la falange hoplítica, cuyos miembros provienen de los demoi; es como un ejército popular, una milicia urbana siempre en favor del régimen. Los oficiales son los estrategos, que más adelante controlarán la elección de los arcontes. Clístenes introdujo el ostracismo (de ostrakón, trozo de cerámica) en los procedimientos democráticos, aunque se hizo de éste un uso moderado, y en ocasiones justificado por las consecuencias prácticas (ostracismo de Arístides, en 482, por oponerse a la política naval de Temístocles, que luego demostró ser efectiva para vencer a los persas).El principal exponente de la democracia ateniense fue Pericles, que primero gobernó junto a Efialtes (463-461) y después en solitario, tras el asesinato de éste, entre 461 y 429, fecha en que Pericles muere de peste en 429, durante la Segunda Guerra del Peloponeso (431-404). El inicio del régimen de Pericles coincide con las primeras disputas entre Atenas y Esparta, que marcarán precisamente el curso de los acontecimientos políticos atenienses. Durante este periodo de más de treinta años, Pericles dominó la política ateniense, sorteando los acontecimientos de dentro y fuera de Atenas. Este período representa el punto culminante del Imperio Ateniense, de la democracia ateniense y del esplendor artístico y cultural de Atenas. Es el momento de los sofistas y de Sócrates.Por las primeras reformas de Efialtes, la aristocracia queda desplazada del poder efectivo, limitándose sus atribuciones al ámbito judicial y religioso dentro de las competencias del Areópago. Se refuerzan la asamblea y el Consejo de los Quinientos. Pericles profundiza en las reformas del sistema político, que radicalizan la democracia: se implanta el sistema de sorteo puro, sin elección previa de candidatos. Los zeugitas (clases medias urbanas) pueden acceder al arcontado. Se extiende la paga diaria a los cargos públicos, para que todos puedan asumir sus funciones políticas sin perjuicio de sus economías personales.Entre 459 y 446 se desarrolla la Primera Guerra del Peloponeso, que coincide con el inicio de la paz con los persas (Paz de Calias, 459). A partir de 446 Atenas vive su esplendor hasta 431, en que se inicia la Segunda Guerra del Peloponeso. Quince años de esplendor cultural y político. Embellecimiento de la Acrópolis con los fondos sobrantes de la Liga de Delos. Controversias por este motivo. Pericles impone la dracma sobre las modelas locales dentro de la confederación délica. Y establece la soberanía ateniense en ciertos ámbitos dentro de los gobiernos locales de la confederación. Esto se toma como una injerencia en asuntos internos de la polis. Atenas adopta posturas imperialistas. Guarniciones atenienses se establecen en todo el territorio de la Liga.
Esta política imperialista hizo que las simpatías de los otros pueblos griegos se decantaran por los espartanos al estallar nuevamente la guerra entre las dos potencias enemigas, que acabó con la derrota definitiva de los atenienses y la suspensión temporal de la democracia bajo el régimen de los Treinta Tiranos, liderado por Critias (pariente de Platón), en 404. Se sucede una sangrienta represión, en la que estará implicado Sócrates (episodio de la detención de León de Salamina). En 403 se restaura la democracia, bajo Trasíbulo, pero bajo la supervisión de Esparta, que mantendrá el control sobre Atenas hasta el 371.