Si piensas que esa soda dietética te ayuda a bajar de peso, lamentamos informarte que es todo lo contrario, está impidiendo que tu cuerpo se defienda contra la obesidad.
Desde siempre se ha sospechado que los edulcorantes artificiales y sustitutos del azúcar no ayudan a bajar de peso. Pese a que afirman tener cero calorías, muchas dudas se ciernen sobre si en realidad esto es así o no.
Pues nada tiene que ver con las calorías en este caso, pues, a pesar de que, en efecto tienen cero calorías, no son las calorías las que impiden que bajes de peso, es algo mucho más profundo a nivel metabólico en tu sistema lo que impide que te deshagas de esos rollitos por más que no consumas azúcar en tu dieta.
Los investigadores del Massachusetts General Hospital han hecho un descubrimiento bastante interesante a este respecto. Estudiando el aspartame, uno de los edulcorantes más usados a nivel mundial; de hecho, es el ingrediente edulcorante por excelencia en los alimentos "libres de azúcar" o "Cero Calorías".
Los investigadores encontraron que el aspartame bloquea una enzima llamada Fosfatasa alcalina intestinal, que se produce en el intestino delgado y que previamente se había encontrado que ayuda a prevenir el síndrome metabólico, a regular la resistencia a la insulina y, en líneas generales, a prevenir la obesidad.
Por este motivo, el aspartame, aunque no aporta calorías a tu metabolismo, bloquea las acciones beneficiosas de la Fosfatasa alcalina intestinal, aunque no lo hace directamente.
A nivel intestinal, el aspartame se descompone en varios elementos. Uno de ellos, la fenilalanina que es en quien hace el trabajo sucio de bloquear la Fosfatasa alcalina intestinal.
Los científicos realizaron unas pruebas en ratones y los dividieron en 4 grupos. Dos grupos tenían una dieta alta en grasas y dos grupos una dieta normal, mientras un grupo de cada par tomaba agua común y el otro una solución con aspartame.
En las pruebas, encontraron que aquellos que consumían aspartame tenían niveles de azúcar en la sangre más elevados, uno de los síntomas de intolerancia a la insulina, además, los que tenían una dieta alta en grasas, engordaron significativamente más que aquellos que solo bebían agua común.
Para más colmo, la diferencia entre los que consumían aspartame y los que consumían agua del grupo que tenía una dieta "normal" era apenas perceptible, por lo que aparentemente no vale la pena el riesgo.
Así que ya sabes, si vas a tomarte una soda, mejor con azúcar, o simplemente, mejor no lo hagas. Tu cuerpo te lo va a agradecer.
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Fuente: SlashDot