En los países del centro de Europa cada vez es más habitual reformar locales comerciales, institucionales o incluso religiosos que ya no tienen esa función o han sido vendidos por algún motivo y rehabilitarlos como vivienda habitual.
Muchos de estos edificios están llenos de historia y vivencias sociales que casi siempre suelen verse reflejadas en la arquitectura. Altos techos, grandes ventanales, cornisas con filigranas, rosetones, suelos de madera maciza curtida por el tiempo, escaleras con barandillas de forja, baldosas hidráulicas… muchos son los detalles antiguos, todos tan valorados en el interiorismo moderno.
Esta casa rehabilitada a partir de un antiguo café en Bélgica tiene todo eso, que combinado con el mobiliario y los acabados modernos, como la encimera de Corian en la cocina o las sillas Tulip alrededor de la mesa del comedor, por citar un par de ejemplos, resulta en un interiorismo sofisticado y confortable. Disfrutad! ¡Feliz martes!
Vía: sodeco
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