Revista Música

Soft Machine: "Third"

Publicado el 12 junio 2010 por Bitacorock
Soft Machine:

Podría argumentarse que a comienzos de los '70 Soft Machine había dado una vuelta de página en su libro de partituras pop-psicodélicas en busca de una apertura Soft Machine: jazz-fusion con toques del más genuino avant-garde. Pero en realidad todas estas corrientes ya venían incorporadas desde hacía rato en la formación musical del inolvidable trío Wyatt-Hopper-Ratledge, por lo que sólo faltaba "el" instrumentista idóneo para reorientar la espiral creativa. En cuanto el saxofonista Elton Dean irrumpió en el tablero, Soft Machine acumuló todas las fichas para encarar su mejor juego.

Por ende, la brecha entre el álbum que nos ocupa y (1969) no señala un cambio estilístico de envergadura, sino más bien una espectacular evolución sobre la base establecida desde sus inicios como banda, que sin duda erige una cúspide que Soft Machine ya no lograría superar.

Dos son los detalles, no obstante, que pueden difuminar el concepto de que "Third" evoluciona de sus dos antecesores en lugar de partir de cero. En primer lugar, la incorporación de una sólida sesión de vientos, comandada por el saxo alto de Dean y enriquecida con los aportes de Lyn Dobson (flauta y saxo soprano), Jimmi Hastings (flauta y clarinete) y Nick Evans (trombón) es, como consecuencia natural, la que otorga ese vuelo jazzístico, al estilo que también supieron concederle a King Crimson otros miembros del Keith Tippett Group -del que provenían Dean y Evans- desde en adelante. Por otra parte, el canto, uno de los rasgos distintivos de Soft Machine comienza a alejarse progresivamente a partir de este disco hasta desaparecer en el futuro. Si bien "Volume Two" incorporaba esporádicamente el saxo tenor y soprano de Brian Hopper (hermano de Hugh) ni la robusta sesión de vientos ni la ausencia de melodías cantadas eran los rasgos dominantes de los dos primeros álbumes.

La notoria evolución que destaca "Third" queda marcada también por una atrevida y constante incursión en el terreno experimental, nunca ajeno a las experiencias pre y post-Soft Machine de cada uno de sus miembros. Innumerables efectos de cinta, superposición y reproducción en reversa y a velocidades variables brindan un complejo espectro creativo que va creciendo con cada minuto de audición. Tan complejo que se torna difícil siquiera recordar alguno de los cuatro temas en especial (mucho menos entonarlos) porque cada uno nos sumerge en casi 20 minutos de aventura continua, como un cambiante paisaje que recorremos sin detenernos ni volver atrás.

Pionero de la modalidad luego seguida por algunos grupos sinfónicos fuera del mapa canterburiano, "Third" fue lanzado como vinilo doble con la particularidad de presentar un tema por cara. Si esta temática llevaba consigo algún atisbo de producción en solitario no lo sabemos con certeza (aunque se intuye) pero sí se sabe que ni Hopper ni Ratledge parecían llevarle la corriente a un Robert Wyatt que persistía en sus intentos de introducir poesía en su música. Como contrapartida, la colosal "Moon in June" de Wyatt es prácticamente una one-man piece que no sólo cerraría el cofre que atesora el Soft Machine vocal, sino que además revelaría a un Wyatt multiinstrumentista que ataca batería, teclados, bajo y voz por igual, invita a Dean y al violinista Rab Spall a participar de su festín y le da la bienvenida a las contribuciones de Hopper y Ratledge recién hacia el final, cuando ya casi todo estaba dicho y hecho.

No significa esto que los demás aportes sean menos meritorios, sino que por el contrario rematan un álbum de colección. El cuasi-surreal y polifacético

Soft Machine:
"Facelift", de Hopper, es el único tema grabado en vivo unos meses antes en Croydon y Birmingham... aunque este es un detalle al pasar, ya que lo que se deja oír es un denso y magistral collage de los registros obtenidos en vivo. Por su parte, Ratledge deslumbra por partida doble con dos impresionantes creaciones como "Slightly all the time" y "Out-Bloody-Rageous", a veces sonando con evidentes reminiscencias de "Volume Two" y frecuentemente adornadas con ese órgano fuzz que tanta identidad le otorgó al sonido canterburiano.

A 40 años de su edición original, con Hopper y Dean ya desaparecidos, Ratledge retirado y Wyatt aún en carrera a sus 65 años, tal vez resulte más sencillo dimensionar la jerarquía de "Third" en el plano progresivo porque se trata de un producto imposible de ser revivido en un escenario por sus autores originales. Sin embargo, por más dimensiones que pretendamos encontrarle hay que convenir ante todo que este es otro de esos selectos álbumes completamente adelantados a su época, rebosante de inspiración y portador del bagaje sonoro más complejo y experimental que haya producido Soft Machine.

Soft Machine:

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