Revista Sociedad

Solamente el 15% de las empleadas del hogar gallegas fueron dadas de alta en el Régimen General

Publicado el 01 julio 2012 por Hogaradas @hogaradas

El Régimen Especial de la Seguridad Social en el que estaban inscritas las empleadas del hogar ya es historia. A partir de ahora, las trabajadoras cotizarán en el Régimen General y por ello contarán con contrato laboral, retribuciones en metálico equiparables al salario mínimo interprofesional y cotizaciones por cuenta del empleador desde la primera hora de trabajo. Pero la nueva normativa, creada para luchar contra la economía sumergida en el sector, no ha conseguido de momento los objetivos. Hasta el fin de mayo -última estadística disponible- solo fueron dadas de alta en el Régimen General 10.018 personas, el 15% de las 70.000 trabajadoras domésticas que hay en Galicia, según las estimaciones de las asociaciones de empleadas.

Las estadísticas del Ministerio de Empleo al cierre de mayo seńalan que en los primeros cinco meses de vigencia la normativa solo ayudó a aflorar 319 empleos sumergidos en Galicia, un 1,6% de las nuevas inscripciones. Si en diciembre de 2011 estaban dadas de alta en la Seguridad Social 20.242 empleadas, a 31 de mayo la cifra ascendía a 20.561. Pero solo la mitad de ellas estaban anotadas en el régimen legal a partir de ahora.

La normativa aprobada en enero elimina el Régimen Especial de las Empleadas del Hogar, una actividad que ahora pasa a cotizar en el Régimen General, dentro del llamado Servicio Especial de las Empleadas de Hogar. Los dos sistemas convivieron en estos seis meses que el Ejecutivo dio como periodo de transición, pero a partir de hoy quien no figure en el Régimen General quedará en situación irregular y formará parte de la economía sumergida.

A finales del mes pasado 10.543 gallegas estaban en el antiguo régimen y solo 10.018 en el nuevo. "Hay muchos empleadores que no se acogen a la norma porque piensan que les va a salir caro, pero también hay trabajadoras, especialmente las extranjeras, que no exigen sus derechos por miedo", comenta Teresa Rodríguez, portavoz de la Asociación de Traballadoras do Fogar Xiara.

La nueva normativa marca un punto de inflexión en el empleo doméstico. Desde ayer mismo -día en el que finalizaba el plazo para dar de alta a las trabajadoras en el Régimen General de la Seguridad Social- las personas que trabajan en el sector cuentan con algunos derechos equiparables a los de cualquier otra profesión. Aunque esta medida fue creada por el Gobierno para poner fin a la economía sumergida del sector, sindicatos y asociaciones de empleadas domésticas estiman que todavía existe un "porcentaje muy alto" de trabajo en negro, cerca de un 70%.

A falta de conocer los datos del cierre de junio, que el Gobierno no ha hecho públicos de momento, las estadísticas arrojan una media de 67 altas al día en Galicia desde que en enero entró en vigor el nuevo régimen. Xiara advierte sin embargo de que hay que tener en cuenta que "la gran mayoría" ya estaba inscrita en la Seguridad Social dentro del antiguo régimen especial para este sector, por lo que las que estaban cobrando en negro siguen haciéndolo. "Es muy difícil controlar la economía sumergida. La Inspección no puede entrar en un hogar y los empleadores lo saben", explica Teresa.

Desde Xiara seńalan además que ya hubo "varios despidos" y más bajas en el sector, ya que hay muchas familias que no pueden actuar como empresas y deciden finalmente prescindir de los servicios que ofrecen las trabajadoras, que van desde el cuidado de los nińos y personas dependientes, a la limpieza de la casa, preparar la comida, conducción de vehículos o labores de jardinería.

La asociación de trabajadoras del hogar achaca los "pobres resultados" del intento de regulación, en parte, a la falta de información "tanto de empleadores como de empleadas". "Ha venido mucha gente por aquí pidiendo consejo, y les ayudamos con el papeleo", explican desde CCOO. Aún así, la gente fue "muy dejada" y alargó el tema hasta última hora, por lo que esta semana se estima que se habrán producido "algunas altas más" que las habituales.

Con la nueva regulación, el Ejecutivo pretendía equiparar el derecho de empleadas domésticas al del resto de trabajadores. Quienes las contratan tienen ahora la obligación de dar de alta en la Seguridad Social a las empleadas desde primera hora de trabajo en el hogar. Lo que se critica desde sindicatos y organizaciones es el hecho de que muchas de las que estaban cobrando por encima del salario mínimo ahora ven reducido su sueldo porque sus contratadores ajustan la cifra para compensar lo que ellos tienen que abonar por las cotizaciones sociales.

El nuevo reglamento es "un pequeńo paso", opinan en la asociación Xiara, con el que no se ha conseguido sacar a la mayoría de las empleadas de la economía sumergida. Algunas, incluso comenzarán a cobrar en negro cuando antes no lo hacían y otras -las de modalidad continua- pasarán directamente al Régimen General.

La nueva normativa es un avance en los derechos de las empleadas del hogar, pero la portavoz de la asociación Xiara, Teresa Rodríguez, considera que es "insuficiente" y que las trabajadoras no están de acuerdo con la mayoría de las condiciones.

Esta nueva regulación reconoce derechos nuevos como el de recibir por escrito información sobre las condiciones de trabajo, los horarios, las retribuciones y el descanso; el incremento de las indemnizaciones por cese o por abono de todas las horas diurnas a disposición del empleador.

Siguen existiendo sin embargo aspectos que Xiara no aprueba, como la indefinición de a qué se le llama el tiempo de presencia habitual y su "excesiva duración", o la falta de regulación de las trabajadoras en régimen interno. No existen tampoco medidas para el trabajo nocturno realizado y el sueldo sigue soportando unos descuentos "excesivos" por el salario en especie -que incluye manutención y el alojamiento en el caso de las internas-. En países como Francia e Italia es casi la mitad del que se aplica en Espańa.

"Esto es necesario cambiarlo, especialmente por el vacío legal que existe en cuanto al paro", explica Teresa Rodríguez. Con este nuevo reglamento no se reconoce el derecho al desempleo ni al cobro de salarios impagados en caso de insolvencia del empleador. "Estamos excluidas por norma de la ley de prevención de riesgos laborales", ańade.

Además, una parte de los derechos que recoge la nueva legislación solo se garantizará en la práctica si la Inspección actúa o dispone unas "medidas efectivas de control" para que la norma se cumpla.

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