A veces cuando algo sucede, pensamos que no debería haber ocurrido así. Por eso sentimos que todo ha terminado, cuando muere un ser querido, cuando sufrimos cualquier derrota... Y no es verdad. Ése es el principio, siempre. Porque la grandeza se alcanza, no cuando todo va bien, sino cuando la vida te pone a prueba, cuando tienes un gran tropiezo, cuando te decepcionan, cuando la tristeza te invade. Porque solamente estando en lo más profundo del valle, puede saberse lo magnífico que es estar en la cima de una montaña.