Miles de personas se manifestaron con los mineros a su llegada a Madrid
Para iniciar esta historia entonces hay que referirse a la situación de las cuencas mineras. O más en general, a los ataques brutales contra los trabajadores que llevamos años viviendo con la excusa de la crisis. Una crisis que ha permitido a los gobernantes aplicar medidas diseñadas en los laboratorios de los think tanks anglosajones desde muchos años atrás, y aplicadas por ejemplo contra los mineros ingleses. Para nuestros gobernantes somos números. Nosotras hemos intentado hacerles frente, en 2011 por primera vez la ciudadanía se levantó con la idea de reclamar democracia, el control sobre lo que nos afecta, pero hacía falta por lo visto mucho más para ser escuchadas.
La marcha de los mineros llegó un año después, empujados por la situación desesperada de las cuencas mineras, un gobierno psicópata al que le es indiferente la suerte de miles de familias, una economía tremendamente injusta. Un país hecho añicos, cada vez más roto.La marcha de los mineros llegó por fin a Madrid, y muchos salieron a recibirla. Era emocionante ver la fuerza de los mineros que habían venido caminando 400 kilómetros desde todos los puntos de España. La sede del ministerio de Industria estaba vallada para que nadie se acercara pero hubo mineros que se atrevieron a enfrentar también esa valla, y llegó la acostumbrada respuesta brutal de la policía, muchas pelotas de goma y muchos detenidos. Entre ellos mi amigo Ángel -que no aparece en el cartel-.
Fuente de la imagen: Iniciativa Comunista
Quienes conocemos gente que ha sido encausada por participar en protestas sociales siempre nos sorprendemos bastante con las acusaciones, sobre todo por lo aleatorias que son. Es la consecuencia de cómo funciona la toma de decisiones: el mando policial recibe de la delegación de gobierno la orden de disolver, pero para justificar las cargas policiales se necesita detener a gente a quien atribuir hechos que justifiquen las cargas decididas desde arriba. Así que hay detenidos, ¿pero de qué acusarles cuando se les detiene al azar? Mi teoría es que la policía utiliza una noción de culpabilidad colectiva: los cargos se reparten de forma totalmente aleatoria entre las personas detenidas. La idea de culpabilidad colectiva encaja en la visión de las autoridades de que quien está manifestándose en cierto lugar en cierto momento es de algún modo partícipe de todo lo que ocurra en ese lugar en ese momento. Y es que para ellos somos como una gran masa homogénea: el pueblo que tiene que estar calladito y aceptar lo que nos manden. El pueblo que resulta impertinente y molesto si se atreve a responder. Para ellos no somos individuos, mucho menos ciudadanos dotados de derechos. Sólo nosotras llegamos a convencernos de que lo somos, hasta que detienen a un amigo así porque sí y se caen todas las máscaras.ÁNGEL LIBERTAD. ¡¡¡La solidaridad no es delito!!!Y que no cesen las protestas sociales. Que los mineros no se rindan. "Tenemos derecho al trabajo", pone en la Constitución. Es una entelequia porque las políticas públicas acaban con las cuencas mineras y no proponen alternativas para esos miles de trabajadores. Y si sólo somos trabajadores y no ciudadanas como nos dicen, no nos quedemos ahí. Todo el poder a los trabajadores.
Ver también: Acción contra la represión (el colectivo de Ángel)
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