Ahora resulta que la carne roja puede producir cáncer. Las carnes procesadas y los embutidos también, según dicen. Cada vez quedan menos cosas que el ser humano pueda comer con tranquilidad. A mí, la verdad, es que ya me da lo mismo porque para el tiempo que me queda en el convento, me cago dentro, pero no deja de ser una putada tantas idas y venidas sobre lo que hace mal y lo que hace bien.
Por ejemplo los huevos. Cuando yo era pequeño, un adulto no podía comerse más de cuatro huevos a la semana y en cambio ahora aconsejan comerse uno diario. Si tuviésemos cierta suspicacia podríamos llegar a pensar que todo se debe a oscuros intereses económicos de los que mandan. Ahora les interesa que dejemos de comer carnes rojas así que hacen estas declaraciones que dan la vuelta al mundo y dentro de unas semanas se acabó, el tema se olvida y todo vuelve a la normalidad. Pero ellos, con esas poquitas semanas de especulación, han podido ganar miles de millones de dólares y la opinión pública nunca lo sabrá.
Estamos en manos de gente sin piedad. Estos mismos que dicen que la carne roja y los embutidos producen cáncer, también dicen que los insectos son una estupenda fuente de proteínas y de vitaminas y ahora nos aconsejan comerlos. Increíble. Aunque sea verdad suena increíble. Yo no entiendo de nada de eso, no tengo la formación necesaria en ciencias para saber si es cierto o me están mintiendo pero, desde luego, raro suena, no me digan que no. Podría ser el argumento de una novela de ciencia ficción en la que el gobernante de un país se vuelve loco y empieza a dictar normas absurdas.
Solo que, lamentablemente, no es una novela y no se han vuelto locos. Están todos perfectamente cuerdos y nos lo aconsejan con la mayor seriedad posible, por nuestro bien y por el bien de la humanidad, porque, al parecer, no hay carne suficiente para todos y sí saltamontes y hormigas, de manera que eso es lo que hay. Imagino que tendremos que construir las parrillas de otra forma para que no se cuelen las cucarachas por la rejilla.
Suena asqueroso, la verdad. ¿Protestarán también ahora los defensores de los animales y los vegetarianos? Seguramente sí porque los insectos también son animales, pero me parece que les va a costar un poco más de esfuerzo contar con nuevos socios porque una cosa es solidarizarse con una ovejita o con un ternerito y otra muy distinta hacerlo con una larva de gusano o con la cría de un grillo.
Yo no sé hacia dónde vamos, pero suena divertido. Lástima que, seguramente, no esté aquí para verlo.