Soliloquios fugaces
Soliloquio nº 6
Hablemos de (nuevos) personajes ...
Vuelve a resurgir con fuerza una nueva tanda de personajes odiosos que, aunque en principio, parecían haberse quedado en el olvido, se asoman de nuevo en esta época de crisis y luchan por mantener su lugar de trabajo. Son aquellos personajes que en el 8º círculo del Infierno de La Divina Comedia de Dante, éste los coloca en 10 fosas, cada una de ellas correspondiendo, por este orden a los siguientes fraudulentos :
8º Círculo: los fraudulentos
1. los embaucadores
2. los aduladores
3. los mercaderes del espíritu
4. los magos
5. los malversadores
6. los hipócritas
7. los ladrones
8. los falsos consejeros 9. los sembradores de la discordia
10. los falsificadores
No estoy motivado para seguir con esta entrada y me justifico: no quiero hacerme más daño poniéndo etiquetas a quién nos rodea, el día a día, así se hace muy duro. Prefiero seguir utilizando las palabras para intentar cambiar positivamente el entorno inhóspito en el qué en ocasiones nos encontramos. Sé de alguien que pedía ver la entrada terminada para poder "hacer más sangre". No lo haré en los términos iniciales empleados, términos que, tal vez, sean también culpables de nuestra invisibilidad: nosotros mismos sólo vemos lo que nos interesa ver y, por desgracia, no suele ser lo positivo (eso no nos interesa, ¡no es criticable...!), sino que nos fijamos y magnimizamos los aspectos negativos de nuestro hacer.
Tal vez sea llegada la hora de dirigir nuestra mirada, limpia de perjuicios, hacia nuestra "oscuridad", abriendo una puerta que deje salir todo aquello que nos hace ser enfermeras, todo aquello que ilumina nuestra profesión y está, en mayor o menor proporción, en nosotros mismos.