Pero no solo emociona por lo que nos cuentan, sino también por el modo de hacerlo, aprovechando perfectamente los preciosos paisajes de Fuerteventura y haciendo del mar un personaje más que envuelve al espectador en los momentos de calma, y sobre todo provocando un estado casi constante de tensión mientras somos partícipes de una situación extrema. Unos hechos reales que nos harán pasar por un cúmulo de sentimientos, desde risas hasta nervios pasando por desasosiego y esperanza, para finalmente dejarnos con un mensaje vital que nos hará replantearnos muchas cosas.
Mi puntuación: 8/10Revista Cine
Segundo largometraje del director Hugo Stuven, quien ya nos sorprendió y fascinó con Anomalous, y que ahora nos cuenta una historia más cercana e íntima. Lo que de entrada puede parecer una película de supervivencia y aventuras va más allá, y se convierte en un adentramiento realmente profundo en los miedos de su protagonista, espectacularmente interpretado por un Alain Hernández que bien merecería recibir una ristra de nominaciones en premios venideros. Le acompaña Aura Garrido, que aún con menos minutos, brilla gracias a una actuación cercana y desenfadada, algo habitual en ella.