¿Quien no se pone triste a veces?, yo no soy la excepción. Anoche me dormi en ese estado por problemas personales pequeños que no vienen al caso contar, pero que definitivamente me afectaron un poquito, cuando abri los ojos al despertar lamentablemente tenía el mismo ánimo con el que me acosté.
Sin embargo, sorpresivamente alguien se metió en mi cama, me abrazó y me dijo "buenos dias mami" y entonces me curó toda la tristeza que tenía y dibujo en mi rostro una sonrisa. Era mi precioso hijo que acababa de levantarse y como me vió acostada todavía se acostó junto a mi. Nos abrazamos en la cama y nos dijimos el primer "Te quiero mucho" del día.
Empezamos a platicar de su cole, de su maestra y sus compañeros antes de empezar nuestra rutina para ir al jardín, y yo sin pensarlo y él sin saberlo hizo que me sintiera mucho mejor, así que me levanté de la cama más animada. El es muy conversador y un gran oidor, me hace tanto bien, me hace olvidar las penas, consuela mi tristeza, me alegra el día y me hace ver de otra forma la vida. Nadie me consuela como él, ni siquiera mi propio esposo al que amo mucho y es tan noble tiene ese don conmigo, que sería de mi sin mi hijo...
Es puro encanto, pura inocencia, puro amor, su voz es pura poesia limpia y conmovedora, capaz de curar heridas pequeñas y grandes...tiene el poder suficiente para hacer de mi una mujer y una mamá felíz.