Erika De Souza y Addler Mendes se abrazan tras la final de la Copa de la Reina. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
Toni Delgado / Vitoria
—Cariño, hoy no vamos a hacer el entrenamiento... No puedo más –suplicaba Erika De Souza (Río de Janeiro, 1982).—No, lo haremos y será duro... –respondía Addler Mendes, su marido y... Entrenador personal.Addler amplía el relato en Mendizorroza: "Lloramos juntos un montón. Miguel Ángel Ortega le da mucha caña y yo también. ¿Sabes? Erika lleva casi dos meses entrenándose súper fuerte. Cuando tenía que hacer un entrenamiento con el equipo, realizaba dos, y cuando tocaban dos, tres". La práctica extra era con su marido: "Aunque a veces me pidiese tregua, Erika sabía que ése era el camino para crecer y ser más fuerte al día siguiente. Sólo los dos sabemos cuánto ha sufrido y trabajado. El día 9 cumplirá 37 años y ha demostrado que puede seguir jugando bien y progresar cada vez más". Hace algo más de un cuarto de hora que la pívot del Perfumerías Avenida ha levantado su octava Copa de la Reina, con lo que iguala a Anna Junyer y a Elisa Aguilar y sólo tiene por delante a Amaya Valdemoro (nueve) y Rosa Castillo (10). Erika De Souza también ha recibido su segundo MVP tras ser fundamental en la final ante el Uni Girona (71-79) con 20 puntos (8/10 en tiros de dos) y seis rebotes.
"Erika es alucinante. A quienes hayan dudado de ella les ha quitado los motivos de golpe jugando un gran torneo, sobre todo en la final. Es una jugadora eterna y consistente que anota y rebotea. También es una buena compañera. Podría estar un buen rato describiéndotela, eh... Es una líder que me ha ayudado a levantar mi primera Copa de la Reina. ¡Gracias, Erika", interviene Jewell Loyd, el penúltimo fichaje de un Perfumerías que aplastó en cuartos al Al-Qázeres (102-63) y al Gernika (74-46), y que siempre tuvo una o varias revoluciones más que el Uni Girona en la final gracias al trabajo silencioso de Adaora Elonu o al temple de Angel Robinson. Sobre todo, por la actuación de Erika De Souza, con una puesta en escena demodelora: 10 puntos en el primer cuarto. En sólo 5m 20s. Los que jugó. Ni Julia Reisingerova ni Nadia Colhado podían frenarla. Gabby Williams, la última en aterrizar en el Uni Girona, comprimió el marcador (32-34 a los 17m 35s), pero el Perfumerías Avenida se distanció en un suspiro por el impulso de Chrissy Givens, Jewell Loyd y Angel Robinson. Siempre que el conjunto de Èric Surís se acercó, respondió Erika De Souza. Lo hizo también cuando, a 4m 25s, Leia Dongue el 64-69: para entonces se dejó sus últimos cuatro puntos, que sentenciaron el título."Nos ha dado un punto extra. Erika De Souza ha dominado los aros y ha sumado en otros aspectos. Es una jugadora muy importante para el equipo y me alegro de su MVP. Es muy responsable de que nos llevemos la Copa a casa", aporta Laura Gil. "Como compañera es un 10 porque nos ayuda todas. Es la más veterana y está trabajando a todas horas. Es un gran ejemplo para cualquier jugadora, sobre todo para las jóvenes", apunta Belén Arrojo. "Me encanta. Soy muy fan de Erika De Souza. Ella lleva el 14 como yo y ojalá un día podamos cambiarnos las camisetas. Me encanta enfrentarme a ella y ojalá lo vuelva a hacer pronto", la piropea Shay Murphy, que jugó su último partido en el Uni Girona. Se va a Estados Unidos por problemas familiares. Tras el partido, Angel Robinson abrazó varias veces a Erika De Souza, que lloraba emocionada: "Es una trabajadora muy dura que se deja la piel y nos contagia su energía. ¡Y me hace reír todo el rato! Estoy muy contenta de que la grandma [abuela] Erika haya sido la MVP porque es un premio extra a su dedicación diaria. Nunca tiene excusas. Espero que podamos levantar muchos más títulos juntas". Aunque el abrazo que más duró fue, claro, con su Addler Mendes.—¿Qué te enamoró de Erika? –le pregunto.—El cariño y el amor que pone en todo lo que hace. Siempre digo que Erika De Souza debe de tener más de un corazón. Es emocional, pasional y entregada. Fiel a sus principios y a su gente."Es cierto. Le secado las lágrimas con la toalla porque las personas, cuando lloramos, estamos feas. Y yo quería que saliese muy guapa en las fotos con la Copa. Su Copa", cierra, risueña, Angel Robinson.