Revista Opinión

Solo hay una cosa importante escuchar tu palabra Señor

Por Campblog
Solo hay una cosa importante escuchar tu palabra Señor
Escuchar es prestar atención a lo que se oye, es también acoger las vivencias del otro, hacer un espacio en nosotros y escuchar de ellos su historia personal. A pero que difícil es escuchar, no es fácil escuchar, y si ustedes han visto a los sordos: QUÉ!! hablan fuerte, hacen mucho ruido, y en la vida espiritual también, el que no quiere escuchar hace mucho ruido, cuando tu empiezas a vivir en el ruido, vas a escapar del silencio, vas a escapar de estar a solas con Dios, y un sordo ya en el peor de los casos es también mudo, sordomudo, el que no escucha no puede hablar, no puede orar, Jesús lo primero que hace es sacarte del ruido, para curar esta enfermedad tienes que empezar a escuchar y terminaras orando, y de ahí en adelante prende una vela en tu cuarto, porque 2 minutos de soledad con Dios previene la sordera.
En aquel tiempo, entró Jesús en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude». Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte mejor, que no le será quitada». Lucas 10, 38-42
Había una mujer que su nombre era Cleopatra, seguramente sabes de quien te estoy hablando, ella fue la ultima reina del imperio egipcio, nació en el año 69 A.C. era una mujer excepcional, una mujer que tenía las cinco cualidades que difícilmente encontramos en una mujer. La primera fue que era una mujer bellísima, la segunda cualidad que difícilmente encontramos en una mujer bella, es que Cleopatra era muy inteligente, es casi imposible encontrar estas cualidades juntas en una sola mujer. En una ocasión en un certamen de belleza le preguntaron a una de las finalistas: ¿Cuál es la principal causa de hambre en el mundo? y la Miss no sabía que contestar solo sonreía de oreja a oreja sin parar de saludar al publico. La tercera cualidad de Cleopatra es que era una mujer culta, tenía una facilidad de aprender idiomas, hablaba perfectamente el latín, griego, hebreo, sirio y arameo. Era una reina sorprendente. La cuarta cualidad todavía más difícil es que ella era muy astuta, según los egipcios. Adivina quien invento el jugo de uva, dicen los egipcios que lo invento ella, porque cuando venían a cenar todos los emperadores, Cleopatra mandaba servirles vino de verdad, mientras que ella fingía que bebía, pues era jugo de uva, ya sabemos lo que pasa cuando un hombre se embriaga, lo dicen todo. La quinta y última cualidad es que era una mujer que "hablaba muy poco y escuchaba más", es difícil, bien difícil encontrar a una mujer así.
Todos, debemos trabajar en esta cualidad afinar el oído, porque solo hay una cosa importante y María eligió la mejor parte, escuchar tu palabra Señor.
Para escuchar a los demás se requiere sensibilidad, capacidad para sintonizar, saber leer lo que el otro nos dice con sus palabras y, sobre todo, con su silencio, sus gestos, su mirada... Escuchar es un verdadero arte. Hay que aprenderlo y adiestrarse en él. Saber escuchar exige ponerse en lugar del que sufre, acoger su historia personal, percibir el impacto que el sufrimiento tiene en cada persona, saber implicarse pero sin caer en el pozo del sufrimiento, mantener la justa distancia que permite seguir siendo uno mismo, conservar la autonomía y la claridad para poder ayudar.
La palabra que sale del corazón y habla al corazón del que sufre tiene un gran poder: conforta, consuela, anima, guía y orienta, da vida y esperanza. Es palabra que se guarda, se agradece y jamás se olvida. María escogió la mejor parte que no le será quitada, nos podrán arrebatar todo en la vida, al morir nos podrán dejar sin nada, pero hay algo que nunca nadie nos podrá robar, nunca nadie nos podrá quitar aquello que escuchamos de Dios.
Tu amigo, Daniel Espinoza¡Consuela a mi Pueblo! Blog
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