Solo nosotros dos, Nicholas Sparks

Roca, Febrero 2017448 Pág.18.90€

Para los que sigan el blog no es ningún secreto que Sparks es uno de mis autores favoritos. Mi vena dramática, tan desarrollada por cierto, agradece tener a un autor tan "retorcido" como yo que, con cada novela, me da mi dosis de drama, dolor y lágrimas.
A pesar de ello aún tengo pendiente de leer Tal como somos, publicado hace ya un año. Creo que cada novela tiene su momento y el suyo aún no ha llegado. Pero en cambio si lo hizo el de Solo nosotros dos, publicado por Roca este pasado Febrero.

Russ es el protagonista indudable de la novela, es la voz, la historia la veremos a través de sus ojos. A sus treinta y cinco años tiene una carrera exitosa como publicista, una casa y una familia de en sueño. La vida le sonrie pero pronto todo comienza a desmoronarse: pierde su trabajo, poco a poco a su mujer y debe volver a reconstruir su mundo.

Tras leer la novela me quedo con la impresión de que Russ es un hombre muy positivo y soñador, siempre intenta ver el lado bueno de las cosas, es confiado y cree que todo tiene solución. Por ello cuando se queda sin trabajo decide crear su propia empresa, pese a que nadie a su alrededor lo apoya.
Esto es lo que hace que poco a poco pierda a su familia. Vivien, su esposa, vuelve a trabajar y comienza a distanciarse cada vez más de el. Russ pasa de ser el esposo que trabaja y mantiene el ritmo de vida de su familia a intercambiar los papeles con su mujer y ser quien hace las labores del hogar y cuida de su hija London.

El personaje de Vivian es un continuo amor - odio. A veces la comprendía y otros me parecía la mujer más egoista del mundo, eso por no decir que el chanaje emocional al que sometía a Russ era increíble. Vivian se posiciona desde bien pronto en el papel de víctima, pese a no serlo.  Por desgracia  Spark ha calcado la terrible realidad que viven algunos hombres sometidos a dicho chantaje cuando los hijos, en este caso London, son las piezas con las que atacar.

El cambio de Russ hacia su nueva vida es un viaje duro y tormentoso. A pesar de ver como su matrimonio se derrumba trata por todos los medios de remediarlo. En ocasiones se convierte en un personaje endeble que se rinde a las imposiciones de Vivian, a pesar de todo el daño que esta, intencionadamente le hace, Russ sigue haciéndole la vida fácil y sencilla.

La familia de Russ es un componente principal de la historia. Son su apoyo y su paño de lágrimas, el lugar en el que refugiarse en los peores momentos y, sobre todo su hermana Marge, la persona que le da consejos.
Marge es un  personaje del que enamorarse, cariñosa, leal pero sobre todo directa. Intenta hacerle ver a su hermano como Vivian lo está utilizando y que tiene que luchar por London con todas sus fuerzas, aunque ello signifique hacer daño a las personas que quiere. Hacia la parte final Marge se hará cada vez más importante y dará muchas lecciones a todos los integrantes de la familia.

Pero lo principal de la historia es la relación de London y Russ. Este comienza a vivir intensamente su faceta como padre, el día a día. Llevar a London a la escuela, a las clases de danza, plástica y piano...a parar sus berrinches, ver la emoción en sus ojos cuando la eseña a montar en bici y llevarla a comer helado. Sentir sus brazos rodeándole y su voz diciéndole te quiero, cosas que jamás había sentido por estar trabajando.
La relación padre e hija es emotiva y tierna, London es maravillosa en todas sus facetas.

La historia me ha gustado, es de Sparks así que no había duda, pero si tengo que ponerle un pero es que me resultó un tanto lenta. Según mi impresión le sobran unas cuantas págias, sobre todo al principio.

Solo nosotros dos es una novela sencilla en la que el autor nos presenta temas actuales y cotidianos con los que el lector se puede sentir identificado. Una historia en la que destaca la relación entre un padre y una hija que comienzan a conocerse y a amarse. Un libro cargado de sentimientos y aprendizaje, enternecedor, duro y emotivo.