Revista Coaching

Solo si dejas una marca… tendrás una Marca Personal

Por Antonio J. Alonso Sampedro @AntonioJAlonso

Marca Personal

En este mundo entretejido por una cabalgante interacción comunicacional todos corremos el riesgo de convertirnos en uno más, lo que deriva en invisibilidad personal y profesional, el principal inconveniente para progresar. Nadie compra lo que desconoce, no comprende o es muy igual. Destacarse o resignarse a esperar.

Cuando un perro levanta su pata todo presagia que con su mecánico gesto pronto se procurará aliviar, aunque a la par de ello también ambicionará dejarse notar marcando un territorio que sistemáticamente sueña con hacer suyo a fin de encontrar una compañera con quien procrear. Nadie le ha contado que los parques de nuestras ciudades, por buena vecindad, deberá compartirlos con sus demás. Aun así, su atávica persistencia le llevará una y mil veces a dejar su marca canina que para él sin duda tiene carácter muy personal (¿tienen los perros Marca Personal…?).

Afortunadamente, los humanos podemos separar nuestras necesidades fisiológicas de nuestras aspiraciones vitales de progresar (que no de procrear), lo que en el mundo actual nos llevará irremediablemente a tener que buscar nuestra identificación propia con la suficiente particularidad de que sea tan reconocible por los demás que les deje una señal o marca, nuestra Marca Personal. Por tanto toda Marca Personal se sustentará en la singularidad, que cada cual deberá en sí mismo encontrar o de carecer de ella, crear.

Mi proyecto Marathón-15% podría ser un ejemplo de esto pues supone una nueva inflexión de la línea comunicacional que hasta ahora dibujaba mi personalidad profesional. Pero una inflexión con voluntad de marcar y así el desafío que supone un récord mundial como experiencia ejemplificadora de las claves que determinan los procesos de superación personal, ya por sí cuenta con la suficiente fuerza argumental para destacar, sin duda el fin último de la Marca Personal.

Pero… ¿para quién es la Marca Personal?. En 2009, mi artículo “La Marca Personal” defendía la conveniencia de encontrar y presentar a los demás nuestra Marca Personal con independencia de nuestra situación laboral (trabajador por cuenta propia, ajena o en situación de buscar), pues la venta de toda fuerza de trabajo o servicio profesional requiere su escaparate, precio y disponibilidad, todo bien claro y listo para atraer y gustar. Además, la Marca Personal tampoco es asunto solo de quienes se encuentran muy arriba en la escala profesional, pues casi más justificado es mejorar para quien sus ingresos no le llegan para pagar su sustento que los que ya gozan de una situación de estatus y bienestar. Hoy la Marca Personal es como ayer lo fue la pertenencia familiar (¿y tú… de quien eres?), con la distinción de que la primera la podemos configurar mientras que la segunda la debemos aceptar.

Y… ¿cómo conocer si la gestión de nuestra Marca Personal está siendo eficaz?. Bastará constatar si los atributos que a partir de ella queremos destacar de nuestra personalidad son los que realmente nos definen en la opinión de los demás. Para ello nada mejor que preguntar, pues es muy habitual el pretender ser algo o incluso creer serlo ya y todo ello quedar muy distante de la verdadera realidad. De nada vale engañarnos y peor aún, engañar.

Para finalizar, quien todavía no le encuentre utilidad a lo de la Marca Personal y disponga en su vida el ignorarla deberá saber que todos la tenemos impresa aun sin querer, siendo peor dejarla vagar sin criterio pues entonces la marca equívoca que pueda dejar será aún más honda y por tanto más perjudicial…

Saludos de Antonio J. Alonso


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