Pensé que seria difícil desde el principio y por eso me daba tanto miedo serlo, sabia que mi vida seria mas difícil, sabia que me juzgarían, sabia que muchos no me aceptarían, empezando por mi propia madre, pasaron un par de años para que yo pudiera aceptar lo que era, quien era, fue un proceso bastante duro y traumático, pero con tiempo pude descubrir mi verdad, que siempre estuvo allí pero que me negaba a mirar.
Recuerdo haber buscado mucho en internet respecto a como saber si eres gay, al principio como me negaba completamente a ello me alejaba de todo lo que pudiera acentuar o despejar la duda, temía saber la verdad, porque me aterraba la idea de que fuera cierto, pero en algún punto ya no soportaba el no saberlo, aunque en el fondo ya lo sabia, me lo negaba y estaba en busca de algo que probara lo contrario.
Después de empezar a buscar información descubrí que en internet no había demasiada información al respecto, era muy ambiguo, siempre describía algunas características y al final colocaban algo como “aunque eso no significa que lo seas” y me quedaba en las mismas. Decidí permitirme ver mujeres y analizar lo que me causaban (desde el liceo note que me apenaba vestirme en el baño junto a mujeres, ellas parecían no darle importancia al estar desnudas o semi-desnudas frente a otras, pero para mi era tan incomodo, siempre me daba vuelta y era como “no las veas”) me di cuenta que si me causaban algo y que de hecho me atraían.
Mis mejores amigos fueron mis primeros apoyos, mientras para mi la idea de ser gay era algo inconcebible ellos lo veía como algo tan normal que me estresaba, pero eso me ayudo muchísimo. Bese a mi mejor amiga por un reto y pensé que fue bastante extraño por el hecho de ser ella, pero además de eso no hubo nada mas, no sentí asco ni excitación y el hecho de no sentirme asqueada para mi fue otra señal, fue algo casi natural… a pesar de que ni siquiera me moví.
Después de eso me permití mirar, conocer y enamorarme de chicas, quiero decir, me había pasado antes pero nunca lo había aceptado ni le había permitido ser libre como hasta ahora.
Le pedí a Dios que me permitiera estar con una chica, porque quería saber si quizás estaba enloqueciendo, aun tenia miedo, por supuesto, yo tenia lo que le llaman “buena reputación”, era buena estudiante, buena hija (según yo), trabajadora, etc y sabia que el ser gay opacaría mucho de eso, me decía que no me importaba lo que pensara el resto, ¡JA! ¡mentiras!, respecto a ese tema si me importaba, porque aun una parte de mi sentía que eso estaba mal, desde un principio pensé, ¡Dios tu me hiciste chica, entonces, ¿que es esto?! Pero un día me empecé a enamorar de una chica que en mi opinión supero por mucho a cualquiera de las personas por las cuales llegue a sentir atracción.
No sabría decir como me atreví a hablarle de mis sentimientos, yo me presente ante ella como lo que era, como ese manojo de confusión y nos fuimos conociendo lentamente, como me conozco y se lo apasionada y romanticona que soy decidí escribirle treinta poemas para darme tiempo, para darle tiempo a mi corazón, esta era una relación que me tenia que tomar muy en serio, porque si decidía dar el paso no me permitiría echarme pa’tras después, menos tomando en cuenta que estaba ella involucrada.
Debo decir que el estar con ella significo y significa la cosa mas grande de mi vida, con ella no solo aprendí lo que es realmente el amor, sino que desee por primera vez, extrañe con intensidad por primera vez, me sentí entera por primera vez y por primera vez yo sentí que todo era como debía de ser, por primera vez el mundo parecía ir en la dirección que debía ir.
Pero, el resto de las personas no parecían estar de acuerdo, nos paro dos veces la policía y solo nos estábamos besando, una vez una Sra nos corrió de la plaza a gritos por el mismo motivo y en ningún momento nosotras le hablamos mal ni mucho menos e incluso en la escuela nos llamaron la atención por “exceso de afecto”, ¡solo por un abrazo! Hasta tuvimos que firmar una caución, ¡hasta me impedían que tomara su mano! Esas pequeñas cositas nos lastimaban, por supuesto, era como ser judío en la época de hitler y verte obligado a fingir ser otra cosa, en algún punto mi novia ni siquiera quería volver a sentarse en esos lugares y yo la comprendía, claro esta, yo sentía la necesidad de ir contra toda esa gente y pelear por aquello que me parecía justo.
Pero los entendía, hasta cierto punto, y eso me hacia sentir peor porque quienes me conocen sabrán yo era homofóbica, así fui educada y por ello me costo tanto aceptarme, de alguna manera tuve que reeducarme. De hecho, antes de aceptarme al fin, deseaba que alguien me dijera que ser gay estaba mal, porque así le daría la razón a ese pensamiento que continuaba metido en mi cabeza y cuando mi madre por fin lo acepto y las personas a quienes quería no les parecía que fuera algo malo yo me decepcione, porque tenia miedo de ser juzgada por algo que incluso yo pensaba que estaba mal, porque la idea de serlo me dolía, sentía que defraudaba no solo a mis padres sino también a Dios y a mis hermanos, siempre me dijeron que yo era su ejemplo y eso me hacia pensar “¿que tal si luego quieren ser gays? Nooooo”.
Siendo sincera, quizás nunca habría aceptado ser lo que soy de no ser por la mujer que amo, ella me monstruo que el amar a una persona de tu mismo sexo no es muy diferente de amar a una del sexo opuesto y de hecho lo que sentía y siento por ella es tan grande que todo pensamiento negativo al respecto se esfumo, porque ¿como el amor podría ser malo o profano cuando es real y tan intenso? Lo que tengo con ella es tan grande que considero que si Dios me diera la oportunidad de decidir a quien amar la elegiría a ella, siempre a ella, sin importar que eso signifique ser gay, bi, trans o lo que sea, a pesar de todo no me considero gay pero obviamente tampoco hetero, simplemente deje de preocuparme por etiquetarme en alguno de esos grupos, yo solo acepte el amor, la acepte, y ella es la mejor decisión que he tomado en mi vida.
En resumidas cuentas, descubrí que no importa lo que seas, gay, bi, trans o hetero, lo que importa es que estés con alguien que ames, que disfrutes de tu vida al lado de alguien que te haga feliz, además de todas aquellas personas que te apoyan y te aman, dejemos las etiquetas, si todos somos iguales ¿por que seguimos buscando una manera de especificar lo que eres? Si te preguntan ¿que eres? Simplemente responde que eres un ser humano, un ser humano que puede sentir y amar y que eso es lo que buscas para tu vida: felicidad.
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Mi confesión.
@Mayelefica