El solsticio es un momento significativo, un punto de inflexión en el año. Ya sea el solsticio de invierno con el día más corto, o el solsticio de verano con el día más largo, a partir de esta época las horas diarias de luz comenzarán a cambiar, de acuerdo a la eterna rueda del año.
En otras palabras: en el norte estamos chupando frío y oscuridad, mientras que en sur la están pasando bomba con calorcito y sol. Grandes contrastes para las lectoras de este blog, muchas en Europa y otras muchas en Sudamérica.
Para no dejar a nadie afuera, el post de hoy viene combinado Norte y Sur. Como estoy pasando mis días navideños en Viena, Austria en pleno solsticio invernal, necesito el punto de vista del solsticio veraniego, por eso te presento a mis invitadas estrella Alejandra y Maite, de ApproachingBrazil.com, desde Río de Janeiro, Brazil.
¿Cómo se vive la navidad con más placer, y menos dieta, a 10,000 kilómetros de distancia? Aunque la emoción de las fiestas sea comparable, el cuerpito no disfruta de la misma manera un invierno tan invernal, y un verano tan veraniego como los que te venimos a describir.
¿Cómo son los días de diciembre en tu ciudad?
Rio: Diciembre en Rio de Janeiro es una época de más alegría que la habitual, que es decir mucho ya que el pueblo brasileño es muy feliz y cálido.
La temperatura promedio durante el día es de 32 C, el sol sale alrededor de las 9am y se pone por las 22hs.
Las festividades tienen su punto máximo el 31 de Diciembre, con la despedida del año viejo y la bienvenida al nuevo, o Reveillon, cuando los cariocas y los turistas se reunen a celebrar en la playa de Copacabana, la mayoría vestidos de blanco, y a ver y disfrutar de los fuegos artificiales.
Viena: Diciembre en Viena es una época bella y festiva. Las horas de sol son cortas, el sol sale poco antes de las 8am y se pone ya a las 4pm. Vas y volves a trabajar de noche, pero las decoraciones de luces le ponen mucho encanto a las calles. Los mercadillos navideños invaden la ciudad, los hay en todos los barrios. Son casitas de madera que venden artesanías, comidas y el infaltable glühwein o vino caliente con especias. Lo cual viene bien porque hace bastante frío, típicamente cero grados.
¿Cuál es tu desayuno preferido en esta época?
Rio: Brasil es famoso por sus desayunos llenos de frutas tropicales y jugos exóticos, los que son perfectos para un estilo de vida saludable.
Además de hacerle honor a su fama, a mí me gusta agregarle algo de pan integral con una fetas de jamón York y mi favorito, Queso Minas, un especie de Queso Fresco Argentino, pero con menos calorías. Sino es con jamón, me gusta acompañarlo con mermeladas caseras sin azúcar.
En este momento y por tener resistencia a la Insulina, he tenido que reemplazar mi desayuno tradicional brasileño por avena cocida en agua, a la que le agrego un chorrito de leche de almendras sin azúcar y alguna fruta fresca.
El café para mí es infaltable, ¡y más viviendo en Brasil! ¡O melhor do mundo!
Viena: El desayuno familar es copioso y relajado, con huevos, fiambres, quesos, panecillos de todo tipo. Como trabajo desde la casa tengo tiempo para disfrutarlo, y para completar mi medio plato de frutas o verduras frescas acompaño con rodajas de tomate, pepino y rabanito. Mi desayuno preferido vienés es el buffet del Café Gloriette, en el parke del palacio de Schönbrunn. Crecí leyendo la serie de libros sobre la vida de la emperatriz Sissi, y siempre me emociona visitar su palacio y desayunar en su glorieta.
¿Cómo te aseguras los 10000 pasos diarios?
Rio: Los cariocas tienen un estilo de vida muy al aire libre. A cualquier hora del día se ve infinidad de gente caminando, patinando, corriendo, en bicicleta por la ‘orla’ (la costanera), y también jugando al volleyball o fútbol en la playa. Yo soy una carioca más en ese sentido. Si no voy a hacer ejercicio a la ‘orla’ me gusta caminar hasta mi club donde voy a entrenar o también hasta el centro comercial más cercano.
Los fines de semana salimos a hacer senderismo en familia en uno de los tantos parques nacionales que hay en Rio de Janeiro.
Viena: Cuando trabajo desde casa, al mediodía y después de cenar voy a caminar al parque Türkenschanzpark cerca de la casa de mis suegros. Cuando tengo un par de horas en soledad o con mi marido, paseamos en el centro disfrutando de edificios imperiales, museos y tiendas. Todos juntos en familia nos vamos a las afueras, hay senderos marcados en las montañas Kahlenberg o Leopoldsberg. Y si queremos nieve, a menos de 90km vamos hasta Mariazell, donde me encanta practicar esquí de fondo, también conocido como cross-country o langlaufen. Es caminar en la nieve, con los esquíes, pero se va más rápido porque te puedes deslizar. Cansa bastante y se suda mucho (en mi caso más que por el esfuerzo, ¡por el miedo a caerme!)
Una salida con amigas
Rio: Cuando nuestros hijos eran pequeños acostumbrábamos encontrarnos a desayunar, y entonces decíamos que íbamos a nuestra oficina, siendo ésta el café al que fueramos, pero que debía imprescindiblemente aceptar niños pequeños. El mejor es Café Lage, en el Parque Lage, un lugar ideal para ir con niños o a cumplir con los 10,000 pasos diarios, antes o después de su brunch spectacular.
Celeiro es mi restaurante favorito para almorzar, ya que sólo sirven ensaladas y panes caseros recién horneados, los hay de cereales y frutas secas. Así que te imaginas que es ideal para ir a almorzar con amigas ya que todas estamos siempre cuidándonos. Eso sí, acompañado de los exquisitos zumos naturales en los que son especialistas los cariocas, y mis preferidos son los de BB Lanches, que tomó su nombre porque aparentemente Brigitte Bardot lo visitaba siempre que venía a Rio de Janeiro.
Si nos reunimos por la tarde para algún motivo especial, lo ideal es encontrarnos a tomar el té “Chá da tarde” en el Hotel Copacabana Palace, ¡súper femenino pero no muy light!
Siguiendo con el estilo de vida saludable, para cenar por lo general escogemos Azumi, un restaurante de comida japonesa auténtica y super fresca. Aunque la ubicación no es espectacular, llegar hasta allí para cenar vale la pena, ¡y siempre cuidando la silueta!
Viena: El parque Stadtpark tiene uno de los mejores restaurantes del mundo, el Steirereck, con nada menos que dos estrellas de Michelin. Ese lo dejamos para ocasiones especiales en pareja, pero justo detrás, compartiendo la misma cocina, está el más relajado Meierei, de cocina tradicional austríaca con un toque fresco y moderno. Es ideal para un almuerzo con amigas porque tiene una onda elegante pero casual. Si de tomar el té se trata, y degustar la deliciosa pastelería vienesa, la cadena de confiterías (konditorei) Aida tiene sucursales por toda la ciudad, es ideal para reponer energía durante una tarde de shopping.
Cena festiva en familia
Rio: Somos una familia mixta, es decir mi marido pertenece a una cultura, en su caso Sajona, y yo a otra, Latina. Llegamos a un arreglo: cuando celebramos las Fiestas en Invierno (Hemisferio Norte) comemos comida Inglesa, y cuando celebramos en Verano (Hemisferio Sur) comemos comidas frías. Este año nos toca celebrar en casa, así que comeremos muy tarde y una gran varied ensaladas y carnes frías y magras: mucho pavo, mucho salmón ahumado y fresco cocido al vapor, todo acompañado por salsas caseras livianas y eso sí, regado con champagne y vino blanco. De postre mi especialidad es rellenar un Pandoro (Pan dulce sin frutas) con helados de crema, pistachio y fresa, armando la bandera italiana, representando a la mitad de mis ancestros. Tampoco faltarán un buen Panettone importado de Argentina y una Christmas Cake casera que es mi especialidad.
Como te comenté antes, la frutilla del postre es la celebración de Año Nuevo. Tenemos la suerte de vivir sobre la Bahía de Guanabara, asique, aunque no vemos los fuegos artificiales de Copacabana en directo, podemos bajar y hacer nuestra propio homenaje a Iemanjá.
Los descendientes de esclavos africanos que llegaron al Brasil portugués durante la época colonial se han reunido en la playa durante décadas para celebrar la llegada del Año Nuevo. Vestidos con ropas blancas según dicen los rituales Umbanda y Candomblé, harán ofrendas florales a la diosa del mar Iemanjá.
Como estamos muy adaptados a la cultura Brasileña, nosotros también nos vestimos completamente de blanco, bajamos a nuestra pequeña playa y llevamos coronas de flores frescas que arrojamos al mar con la esperanza de que Iemanjá, Dios o quien sea, escuche nuestros deseos de Salud, Paz, Amor y Unidad Universal.
Viena: Considerando que a las 4 de la tarde ya es noche cerrada, es normal que te den ganas de cenar temprano. Y no digo cenar a las 8 de la noche que sería considerado “temprano” en España o Argentina… cuando digo temprano, me refiero a las 6 de la tarde, y si es antes, hasta mejor, prefiero cenar temprano en vez de merendar. ¡Es que el frío da hambre! La cena típica de la Nochebuena en casa de mi suegra es una bomba calórica: ganso al horno con Knödels, que son unas bolas hervidas hechas a base de papa o de pan, absolutamente deliciosas. Mi querida suegra vienesa lo acompaña con repollo morado agridulce, y yo para asegurarme mi medio plato de verdura fresca, completo con hojas verdes.
Lo bueno de cenar temprano es que me permite dar una vueltita por el parque, volver para el postre (mi preferido: la famosa Sachertorte, tajada delgada que acompaño con frutas frescas), jugar a los naipes con mis suegros, y puedo estar en la camita a las 9 de la noche para descansar y reponer energía.
Cómo quieres que te encuentre el nuevo año
Rio: Este 1 de Enero de 2017, no quiero nada nuevo, no quiero cambios…es que ya tenemos todo lo que podíamos pedir: una hermosa familia con 3 hijos divino y saludables, padres que todavía tienen buena salad y pueden viajar a visitarnos, amigos entrañables en todo el mundo, y nos queremos…que más se puede pedir? No, este 1er día del Año no quiero nada nuevo, quiero despertarme como si fuera hoy.
Viena: Me gustaría la mañana del 1 de enero de 2017 amanecer con renovadas energías. Quisiera poder postear más seguido en el blog, y continuar escribiendo mi libro Los Tres Fabupoderes de Paula (cuento de hadas para mujeres), pero trabajo como ingeniera a tiempo completo y cuando salgo de la oficina tengo que ocuparme de la casa y la familia, y honestamente me siento… abrumada. Necesito enfocarme en lo que realmente importa, y espero que estos días de solsticio invernal que me llaman al recogimiento y la introspección poder encontrar dentro mío la fuerza y la determinación para cumplir estos sueños.
Muchas felicidades a todas las lectoras del blog, y ya sea que te estés en el hemisferio Norte o en el Sur, que pases unas lindas fiestas en la compañía de los que te quieren bien, y que el 1 de enero te encuentre como tu alma y corazón lo deseen.
¡Salud!