Revista Opinión
Solución: ¡Amnistía General!
El chavismo como fuerza política oscila en 20%, pero se debilita con el pasar los días producto del profundo impacto negativo que genera la gestión del Presidente Maduro, gestión que posee un apoyo de apenas 10%. La propuesta constituyente es rechazada por el 85% de la población, su imposición luce, además de ilegítima e inconstitucional, muy peligrosa en medio de una coyuntura social caracterizada por: reyertas sociales derivadas de la ruptura del hilo constitucional por parte del TSJ, por los niveles de inflación, escasez, inseguridad, entre otros.
La inestabilidad política se agrava toda vez que la Fiscal General de la República ha comenzado pronunciarse de manera activa contra sentencias del TSJ, contra la actuación de los organismos de seguridad del Estado (y paramilitares) en las manifestaciones, así como contra la propia constituyente. Por otra parte, las protestas sociales han escapado del control de la oposición, ha adquirido rumbo propio, lo cual también es muy peligroso para todos, especialmente para el gobierno.
De este modo, luce en extremo improbable que la constituyente pueda consumarse, a medida que se aproxime la fecha para la elección de los constituyentes el clima recrudecerá, súmele las numerosas figuras del chavismo que la critican y marcan distancia, la inestabilidad política, económica y social se acrecientan, se esperan día muy turbulentos y ello es normal, pues no se puede pretender afectar al pueblo tan profundamente a través de una nueva constitución cuando no se le ha consultado sí la desea, cuando las bases electorales propuestas para su redacción son oscuras, lo poco que se sabe de ellas, excluyentes.
Los escenarios son alarmantes, sí el gobierno insiste en la constituyente las protestas serán inevitables, sin embargo, el escenario de “Guerra Civil” es imposible toda vez que para ello es requerido dos bandos sociales legítimos y el gobierno es minoría, en todo caso, es la lucha de un pueblo contra una tiranía que pretende constitucionalizarse. Una alternativa es que el gobierno desista en su atropello y permita se convoquen las elecciones regionales y municipales ya vencidas, pero luce improbable que lo haga, estaría signado a despedirse paulatinamente del poder “sin garantías posteriores”.
Ante la inminente pérdida del poder por parte del gobierno, bien por hechos sobrevenidos o electorales, una “Amnistía General” surge como un escenario ideal para la transición hacia la paz y la estabilidad. Ella deberá garantizar el perdón, desarme y no persecución de las figuras políticas del gobierno y la oposición, luego convocar procesos electorales universales y directos para la restructuración institucional de la nación. Ello tendría que ser consultado al pueblo.
Aclaramos, no compartimos la amnistía, tiene profunda carga amoral, creemos los responsables de tantas desgracias recaídas sobre el pueblo deben pagar sus culpas, pero el momento histórico es en extremo complejo, en política lo funcional no necesariamente es lo justo.
Leandro Rodríguez Linárez @leandrotango
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