Muchos tenemos en la boca la palabra «puente térmico» y hasta puede que en la cabeza. Pero en ocasiones se asocia a una falta de aislamiento térmico, sin embargo la definición correcta de este fenómeno habla sobre todo de una zona de la envolvente térmica del edificio, sea cual sea su uso y situación, en la que se evidencia una variación de la
uniformidad de la construcción de su envolvente (fachadas, cubiertas, carpinterías, forjados expuestos a la intemperie…) , ya sea por un cambio del espesor del cerramiento o de los materiales empleados, aunque tenga aislamiento térmico continuo. También se habla de puente térmico cuando existe una penetración completa o parcial de otros elementos constructivos con diferente espesor o conductividad térmica, por la diferencia entre el área externa e interna del elemento, etc., que provocan una minoración de la resistencia térmica y por tanto de la transmitancia sobre el resto del cerramiento.
En el artículo de hoy hablamos sobre cómo el aislamiento térmico con celulosa puede solucionar puentes térmicos, y cuáles son sus propiedades y la mejor manera de utilizarlo.
¿Cómo detectar un puente térmico?
Tanto si estás ante unos planos de un edificio, como en el propio edificio ya construido, puedes utilizar esta checklist como método para identificar puentes térmicos. Vista la definición anterior cabe destacar que puede existir puente térmico aunque exista aislamiento colocado por una empresa de aislamiento, y que sea contínuo en todo su espesor. El puente térmico puede existir igualmente en pequeños detalles que pueden ser pequeños en el detalle construtivo, pero son perimetrales al edificio, provocando las consecuentes manchas, humedades, suciedades y hasta mohos.
En un proyecto y en una construcción existen de forma habitual este tipo de circustancias, que ocasionan puentes térmicos:
a) Cuando la estructura forma parte del cerramiento se entiende que sobre el cerramiento existen penetraciones completas o parciales de materiales con diferente conductividad térmica (como por ejemplo pilares de hormigón o acero en fachadas de ladrillo)
b) un cambio en el espesor de la fachada provocado por la búsqueda de formas en fachada, por ejemplo, también provoca un puente térmico, una discontinuidad en la resistencia térmica del cerramiento y en su transmitancia;
c) también se considera puente térmico la diferencia entre las áreas internas o externas, tales como juntas entre paredes, esquinas, suelos, o techos, de forma general las aristas del edificio y los cantos de los forjados, cubierta y encuentro con el suelo.
¿Cómo utilizar el aislamiento térmico con celulosa?
Principalmente se trata de buscar un equilibro en la envolvente, detectando estos puntos sensibles y equilibrando la transmitancia térmica del cerramiento. Para calcular la transmitancia térmica de tu cerramiento de fachada, primero es necesario obtener las resistencias térmicas de los diferentes materiales que lo componen. Luego, se pueden sumar estas resistencias para obtener la resistencia térmica total del cerramiento y, finalmente, utilizar la fórmula que tienes a continuación para calcular la transmitancia térmica (U).
U = 1 / (Rsi + Rse + R1 + R2 + … + Rn) , siendo R la resistencia térmica obtenida de la fórmula R = e / λ donde e: espesor del material en metros y λ: conductividad térmica del material en W/mK.
Utilizando esta fórmula puedes despejar el valor de e (en metros) comparando la U del cerramiento base con la U de la zona debilitada. También existen fórmulas específicas para puentes térmicos lineales y una guía del CTE, que es un documento de apoyo disponible en la web del Código Técnico de la Edificación, llamado de forma abreviada DA-DB HE 3 Puentes térmicos.
Ten en cuenta que la celulosa empleada como aislamiento térmico se puede añadir en el interior de la cámara de aire de forma insuflada (sin aumentar el espesor del cerramiento) no siendo efectiva en el caso de pilares intermedios… pero si es muy efectiva de forma proyectada , tanto por el interior como por el exterior de la fachada o parte baja de forjado a la intemperie.
Tienes que tener en cuenta el valor de λ, que en el caso de la celulosa se emplea la conductividad térmica (λ) = 0.040 W/mK . Esta propiedad puede variar según la forma de colocación, donde sobre todo influye la masa. Los casos más genéricos son :
- Cubiertas no habitables: Densidad de 30-35 Kg. / m³ en soplado
- Vertientes bajo el techo en insuflación: Densidad de 45 kg/ m³
- Paredes: Densidad de 35 Kg./ m³ en proyección húmeda y 65 Kg./ m³ en insuflación