Revista Cultura y Ocio

Sombra y hueso

Publicado el 28 marzo 2016 por Magik
Sombra y huesoHoy os traigo la reseña de una novela a la que le tenía ganas, aunque no sabía muy bien qué me iba a encontrar una vez lo comenzara. Estoy hablando de Sombra y hueso, la primera parte de la trilogía Grisha de Leigh Bardugo. Había leído reseñas que hablaban súper bien de ella y me chocaba mucho la ambientación, ya que no es nada típica de la literatura fantástica, por mucho que su punto de partida sí que lo sea.
Alina Starkov es una huérfana que lo único que tiene en el mundo es a su amigo Mal, con quien se crió gracias a la labor humanitaria de un conde. Ambos trabajan para el ejército y deben cruzar La Sombra, una enorme pasa de oscuridad que tiene a su país aislado del resto del mundo y que está plagada de horrendas criaturas. A Alina le aterra el entrar en La Sombra y no tarda en descubrir que el interior es peor de lo que se había imaginado, cuando se desata el caos y el horror sobre ellos. De hecho, una de las terroríficas criaturas que pueblan La Sombra está a punto de matar a Mal delante de ella y es entonces cuando Alina descubre que no es una chica normal y corriente como creía, sino que tiene un inmenso poder.
Al salir de la sombra, Alina es llevada ante El Oscuro, el Grisha más poderoso, además del líder de estas personas con poderes que ocupan un puesto superior en la sociedad. Alina tiene el poder de la luz, algo único, lo que la convierte en la más que posible salvadora de su país, pues sólo ella puede destruir La Sombra, así que es conducida por la fuerza hasta la corte, donde la entrenarán y estará bajo el escrutinio y tutelaje del Oscuro. Eso sí, la corte es un lugar lleno de secretos y apariencias donde Alina no puede fiarse de nadie.
Como ya he dicho el punto de partida no es precisamente novedoso: chica aparentemente anodina descubre que tiene poderes y una misión importante por delante; chica es sacada de su entorno y llevada a un lugar que no conoce, donde no puede fiarse de nadie; chica tiene sentimientos por su amigo de toda la vida, pero también los desarrolla por otro chico del que no sabe si puede fiarse.
Es decir, que Sombra y hueso tiene una buena cantidad de clichés, aunque eso no es precisamente malo, ya que también tiene su dosis de originalidad.
En primer lugar, la más que impresionante ambientación, que hace que la novela sea única y se distinga a otras del género. Leigh Bardugo crea un mundo fantástico basado en la Rusia imperial y controla hasta el último detalle tanto de geografía como de política o sociedad. Y además sabe cómo ir introduciendo la información sin que resulte pesada o liosa. De hecho, apoya muy bien la historia y sirve de complemento, sobre todo porque muchas cosas las vamos descubriendo a medida que lo hace Alina.
En segundo lugar, también los personajes tienen rasgos que me resultaron originales. Es cierto que el trío principal está muchísimo más desarrollado que los secundarios, que en general pasan más desapercibidos, aunque dentro de este grupo hay unos cuantos que se te quedan en la memoria.
En lo que respecta al trío principal, pues tenemos a nuestra heroína, Alina, que no es precisamente la típica protagonista. Sí que es cierto que cumple con ese tópico de creerse que es peor de lo que en realidad es, pero en este caso está justificado y no es lo más importante de ella. Alina también es valiente, malhumorada y me sorprendió lo dispuesta que está a cruzar ciertas líneas, resultando un personaje no tan moral como cabría esperar en una novela así. Eso último me gustó mucho, ya que por lo general todas son unas santas mojigatas y tienen esos dilemas morales enormes, así que eso resultó un soplo de aire fresco.
Luego tenemos a Mal, que es el mejor amigo de Alina y que me cae como el culo, básicamente. No sólo es un soso de cuidado, sino que me cae fatal y, aunque evidentemente es el chico de la historia, creo que únicamente frena a Alina. Quiero decir, Alina bloquea su poder por él y todos los complejos que tiene vienen de la mano de él, ya que ella siempre ha estado enamorada de Mal, pero él se iba con cualquiera. Eso sí, luego el muchacho no tiene ningún reparo en echarle en cara a Alina todo lo que se le ocurre. Vamos, que es un coñazo de tío y logra que no dude en abandonarme al otro equipo.
¿El problema? Bueno, digamos que El Oscuro no se llama así por su encantadora forma de ser precisamente. El Oscuro es, de lejos, el mejor personaje de Sombra y hueso. Es misterioso, complejo y tiene un algo que hace que resulte magnético. En realidad, nunca sabes qué piensa o qué planea o cuales son sus verdaderas intenciones, pero sus apariciones en la historia molan mucho y es muy fácil el entender que Alina se vea fascinada por él.
De hecho, el triángulo (por llamarlo de alguna manera, ya que no estoy muy segura de que sea uno triángulo amoroso al uso) está muy bien planteado. Sí, Alina está enamorada de Mal, pero él no muestra ni una mísera señal de que pueda sentir lo mismo y, de hecho, parece que cada vez se aleja más de ella. Precisamente por eso, una vez Alina acaba en un lugar nuevo y pasando tiempo con El Oscuro, no resulta raro ni forzado que sienta atracción por éste, a pesar de que tampoco sabe si puede fiarse de él.
Y no sólo el triángulo está bien llevado, sino la historia en general, aunque no por eso Sombra y hueso sea la novela perfecta.
A pesar de basarse en clichés, tiene rasgos que la diferencian y en general funciona todo muy bien y resulta terriblemente entretenido. Pero también es verdad que a veces a Leigh Bardugo se le va la mano en algunos aspectos, como el convertir el entrenamiento de Alina en la corte en una película de instituto. Todo el tema de la academia de Grishas, con sus populares y demás me sobró mucho y hubiera preferido que la autora se hubiera centrado en otros aspectos o en intrigas palaciegas más adultas.
También tiene algún WTF? que otro, como el momento "vámonos de farra a una feria, aunque nos persigan los malos y tengamos una misión que realizar".
Pero, bueno, esos fallos se perdonan porque Sombra y hueso se lee con rapidez y, encima, resulta muy entretenido y disfrutable. Además, la narrativa de Leigh Bardugo es muy buena tanto a la hora de describir (de nuevo, maravillosa la ambientación) como a la hora de escribir acción o diálogos. Es decir, que es un placer leerla y yo ya estoy deseando leer las siguientes entregas, que tras el final de Sombra y hueso prometen mucho.
El próximo lunes literario estará dedicado a... El gran Gatsby de F. Scott Fiztgerald.

Volver a la Portada de Logo Paperblog