Sombras sobre el Nilo, de Kate Furnivall

Sombras sobre el Nilo
Autora: Kate Furnivall
Editorial: Bóveda
ISBN: 9788415497608
Páginas: 583
Sinopsis
La vida de Jessie Kenton - una niña londinense de siete años, nacida en una familia de clase media alta - gira alrededor de su hermano pequeño Georgie, que padece un grave trastorno emocional. Una noche, sin darle más explicaciones, sus padres se llevan a Georgie y lo sustituyen por Timothy, un huérfano al que acaban de adoptar. Tras el dolor inicial de la separación, Jessie se irá encariñando con Timothy, pero nunca olvidará a Georgie.
Veinte años más tarde, en 1932, Timothy se ha convertido en un prometedor egiptólogo del Museo Británico. Hasta que un día desaparece misteriosamente. En compañía de Sir Montague Chamford - un hombre incapaz de resistirse a una dama en apuros ni a la posibilidad de vivir una aventura -, Jessie emprenderá la búsqueda de su hermano por Egipto, a partir de las pistas que ha ido dejando a su paso, inspiradas en los casos del famoso Sherlock Holmes.
Jessie aún no sabe que Timothy ha forjado un extraño y duradero vínculo con Georgie, y que al intentar resolver la desaparición de su hermano también acabará descubriendo lo que sucedió con el otro. (Sinopsis de la editorial)

Reseña de Mustis
En Sombras sobre el Nilo, la editorial Bóveda nos presenta una novela que, ya desde su sinopsis, promete una abundante carga de aventuras y de exotismo. Aunque su acción comienza en Londres, es en Egipto donde Jessie Kenton, la protagonista, deberá desentrañar el misterio de la desaparición de su hermano Timothy, al estilo de las novelas de Agatha Christie que se desarrollaban también en este país.
Sombras sobre el Nilo, sin embargo, promete más de lo que nos da, porque es una historia irregular. Su comienzo es muy potente: en 1912, Jessie, cuando apenas era una niña, vive un episodio que marcará toda su vida. Sus padres se llevan una noche a su hermano Georgie, de cinco años, que sufre problemas de comportamiento, y ya nunca lo volverá a ver. A cambio, se traen a casa a Timothy, otro niño al que adoptan y al que Jessie llegará a querer como a un hermano más. Este comienzo capta nuestro interés desde el primer momento. Sin embargo, cuando la narración nos sitúa veinte años después, cuando Timothy desaparece y Jessie empieza a buscarlo, todo pierde fuerza. Esa parte que aún se sitúa en Londres resulta mucho más lenta y, en mi opinión, con bastantes menos páginas se hubiera resuelto más satisfactoriamente. Y es que yo estaba esperando continuamente que Jessie y su amigo Monty se trasladasen de una vez a Egipto, ya que el título y la sinopsis del libro nos daban a entender que allí era donde se desarrollaría la aventura.
Sí que es cierto que una vez en el país africano el ritmo vuelve a cambiar y la novela mejora mucho. Me ha gustado mucho cómo está descrito el Egipto de 1932; la ambientación y la parte histórica están muy cuidadas. A los amantes de Arthur Conan Doyle les gustará especialmente cómo se va desvelando el misterio, ya que las pistas que Timothy deja a su hermana tienen mucho que ver con la obra de este gran escritor (aunque a mí alguna de ellas me pareció un tanto traída por los pelos). Esta última parte del libro es mucho más dinámica y tiene el sabor de las aventuras clásicas, con sorpresas finales incluidas.

He de destacar los capítulos que se intercalan a lo largo de todo el libro en los que Georgie, el hermano al que se llevan de pequeño, nos cuenta en primera persona qué ha sido de su vida. Georgie padece un trastorno que nosotros podemos ver que está relacionado con algún tipo de autismo, pero al que en el libro nunca se le pone nombre, ya que en la época ni siquiera se usaba este término. Kate Furnivall logra introducirse en la mente de Georgie, que a mí me inspiraba una ternura enorme, y crea una preciosa historia de su relación con Timothy, el niño que le sustituyó en casa de los Kenton pero que es el único que va a visitarle. Realmente, la parte del libro que se sitúa aún en Londres se me hizo menos larga gracias a los capítulos sobre Georgie.
En resumen, Sombras sobre el Nilo es una novela que pudo haber sido mucho más y se queda en un mero entretenimiento, lo cual no quiere decir que no la recomiende. No esperéis demasiado de ella, pero para intercalarla como una lectura ligerita y entretenida está muy bien.