Revista Expatriados

Somos dos, en un reloj...

Por Vitta

Brisbane - West End City View¿Te imaginas estar abriendo una cuenta bancaria y transferir grandes cantidades dinero, -enormes cifras, millonarias- de un continente a otro a las 3h de la madrugada? Está bien... lo segundo nunca pasó.
Pero volvamos a lo realmente importante: las personas decentes no hacen estas cosas; uno no puede estar teniendo una conversación coherente en inglés -lo que en mi caso, en cualquier idioma es complicado- a tan intempestivas horas. El que me conoce sabe de mi pasado lúdico-festivo (para más info mirar mi biografía fotográfica en Facebook). Pero... ¿ésto no era demasiado? ¿Me había mudado a un país de locos con los bancos abiertos a las 3h de la madrugada? Y entonces, ¿qué pasaba con los pubs, estarían cerrados por la noche? ¡Oh, no! ¡Horror! Pero todavía tenía una pregunta más trascendental -si cabe-: ¿Se podía entrar a las oficinas con las consumiciones de otros bancos? La noche perdería totalmente su glamour sin el ritual del vaso de plástico...
However, como dicen por aquí, traté de explicarle a Susan -la mujer del banco- que en mi país las entidades bancarias tienen un horario muuuy decente. Tanto, que si te descuidas ni lo encuentras abierto cuando llegas. Lo que por otro lado, colabora en que nuestros hemisferios del celebro no se "beban" el entendimiento a la hora de estructurar las actividades prioritarias de nuestra cultura: la fiesta y la siesta. (No sé que tienen estas dos palabras que solo oírlas, todos los "guiris" se descojonan, figuradamente, claro).
-"Sí, en el tiempo que gastas en la cola, al señor cajero le da tiempo a salir a desayunar DOS veces"-. Le explicaba a Susan. Pero ella no parecía escucharme demasiado. Estaba muy entretenida hablando de la filosofía, valores y cultura del banco, supermercados de "fruta barata", zonas donde vivir...-Si algo tienen estos australianos es vocación-, pensé mirando el reloj.
La verdad es que no era muy distinto de cualquier fin de semana a las 3h de la madrugada; el suelo no paraba de moverse. Alguien ya me había advertido de que en vuelos tan largos, al bajar del avión sentías que el suelo firme se movía, algo llamado "sea-sick". Pero a eso, yo preferí llamarlo "Efecto James Squire Ale". Y no era precisamente el nombre del piloto. Primero, porque beber era gratis. Segundo: no quería que esa gente me tomará por una ignorante cuando llegará; al ver sorprendentemente que en Australia no se comercializa Fosters (sí, muy fuerte, lo sé), necesitaba cosechar conocimientos de forma urgente para entablar una conversación digna.
Pero lo peor estaba por llegar.-"Toma, darling. Ahora, Janine, de la oficina central, te va a dar un código personal de seguridad y luego tendrás de deletreárselo de nuevo"-. (Qué les pasa a los anglosajones, que todo lo tienen que deletrear). Al pasarme el teléfono, al otro lado, Janine escupió brutalmente y sin remordimientos:-"W Z E E E A I T R H Y 8 8 8 2. Now, Miss Ava Toures, try to repeat again".-"Y Z I I I E A T R H W A A A 2. It's all right?"-"Are you kidding me, Miss Toures?"
La humillación pública fue importante. Casi de la misma categoría que cuando años atrás mi novio, durante un festival del humor me presentó a su profesor, y tras su "nice to meet you" contesté con un rotundo "you're welcome". Cualquiera debería saber que a un español no se le hace deletrear en inglés... ¡qué todas las vocales están cambiadas y la "w" y la "y" están ahí para joder! Eso por no hablar de las presentaciones...¿quién no ha vivido esa situación ridícula en la que, después de estar un bueno rato hablando con un desconocido, cuando a éste se le ocurre, por fin, decirte su nombre, os dais dos besos y le sueltas un descontextualizado y robótico "hola, qué tal?". Apuesto a que esta patética situación no se da en otros idiomas.
Evidentemente me tomaron por tonta, pero a eso es algo a lo que estoy acostumbrada. Susan seguía tecleando, y el sonido que producían las teclas empezaba a retumbar en mi celebro, causando un efecto de somnolencia. Llevaba 36 horas sin dormir. Ahora marcaban las 4h y la resaca empezaba a hacer sus estragos; necesitaba agua y aire fresco cuando de repente algo me golpeó de vuelta a la realidad:-"Congratulations darling, ya tienes tu primera cuenta australiana". El primer paso para que tus impuestos sean cobrados como a una auténtica australiana"-
Cargada de una montaña de papeles, contratos, folletos corporativos sobre fondos de inversión, pensiones de jubilación y de más, logré salir hacia la calle. De repente un enorme destelló de luz me cegó durante unos segundos. -"Pero qué c......, este es un país de locos. No me j.... que en Australia durante la noche también es de día!"-. Del fallo de premisas me di cuenta rápido, que conste.
Y es que el Rey de los Cielos y Todopoderoso Jet Lag existe queridos, no es un invento de los huppies para dar por el "cool" a los que viajamos en clase turista. Siento advertiros que durante al menos una larga semanita, seréis dos, en un reloj. Eso sí, ser más avispados que yo y recordar cambiar la hora de vuestro Swatch.
Será que el cuerpo humano no está preparado para sobrevolar la curvatura del tiempo, ni para deletrear en inglés, ni para la cerveza de importación. Bueno, eso último lo retiro totalmente...
Otro post? Con azúcar o sacarina?

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