Somos Los Putos Sexy Zebras, declaración de principios

Hemos de reconocer que les teníamos ganas a Sexy Zebras, ya habíamos disfrutado con su anterior trabajo, Volvamos a la Selva, y ahora se marcan este engendro de tan explícito nombre. Hablemos sin tapujos, esta banda de barrio de Hortaleza es de lo mejor que se puede encontrar en el panorama del rock alternativo patrio, no sólo por su potente sonido, sino por una actitud combativa (hay que tenerlos bien gordos para titular así) que se echa de menos en la mayoría de bandas independientes, que prefieren la introspección y contar problemas todo a cien que entrar de lleno en los meollos. En estos tiempos de exceso de postureo, estamos muy necesitados de este tipo de propuestas, que quizá no tengan cabida en los sesudos programas de música independiente (por no hablar de otros canales mas aceptados por la masa).

Entrado en materia, Hola, Somos Los Putos Sexy Zebras, contiene todo aquello que caracteriza al rock and roll en sentido amplio, como esa capacidad de rejuvenecer las mentes (y a veces los cuerpos, aunque con más dificultad) con el espíritu de rebeldía contra las convenciones sociales, unido a un componente lúdico que algunos tienen  olvidado. A estas alturas de le película, con una industria musical nacional que se ha encargado de domesticar tanto a los artistas como al público, la sensación de apertura de ventanas que supone Sexy Zebras es difícil de explicar.
Los once temas de este trabajo pasan en un suspiro, sucediéndose  sin apreciarse puntos débiles. El sonido tiene algo de Jack Withe (en cualquiera de sus reencarnaciones), algo de Black Rebel Motorycle Club, una pizca de Kasabian…aderezado con unas poderosas letras que hacen algo más que pensar.

Es difícil destacar temas (El Fugitivo, La Maquina, Búfalo Blanco)… aunque nos declaramos desde ya rendidos admiradores de Hijo de Puta -que figura con la bonita etiqueta de “explicit”-, un toque de atención para aquellos que prefieren quejarse desde su Smartphone de 500 euros, tuiteando muy fuerte.

Escuchar este disco debería se de obligado cumplimiento en estos tiempos convulsos, y como ejemplo, tenemos el vídeo de Búfalo Blanco: