¿Son buenas las rutinas para los niños?

Hemos escuchado de todo acerca de este tema, tanto asegurando que sí son buenas las rutinas para los pequeños, como todo lo contrario. Pero me gustaría ofreceros la visión más pedagógica de esta gran cuestión.

La rutina es buena cuando hablamos de crear hábitos y tomar el control de nosotros mismos y nuestro entorno.

Es importante que ya desde pequeños los niños y niñas los vayan incorporando, puesto que son esenciales para un correcto desarrollo y crecimiento, ya que implican establecer límites, definir comportamientos y formas de relacionarse, que les hacen sentirse seguros y saber cómo deben actuar. Pensad que los padres y madres sois el ejemplo para vuestros hijos, la base de su aprendizaje, que desde pequeñitos ellos irán realizando a través de la imitación.
Conforme vayan creciendo, es muy bueno que podáis añadir explicaciones de por qué les pedís que hagan una cosa u otra y de por qué no. Ellos de este modo podrán comprender los motivos (por ejemplo por qué es bueno para su salud lavarse las manos antes de comer, cepillarse los dientes, etc.). Además de ofrecer vuestra ayuda, tenéis que ir procurando que cada vez puedan realizar estas tareas de forma más autónoma. Sobretodo recordad que siempre es importante vuestra paciencia, constancia y persistencia, puesto que muchas veces hay hábitos y comportamientos que cuesta incorporar o modificar, pero que con el paso del tiempo es muy posible conseguir este cambio. La consecución de hábitos y comportamientos es una forma de dar recursos y herramientas para que vuestros hijos puedan valerse por sí mismos, adaptarse a las situaciones difíciles, aprendan a moverse en su entorno y puedan saber establecer planes. Además de ayudar a fortalecer el vínculo padres-madres / hijos, estableciendo relaciones de confianza, seguridad y cuidado. Evidentemente cada casa y cada familia son distintas, de modo que a vuestra rutina podéis ir aplicando los cambios que necesitéis o consideréis oportunos, no estamos hablando de rigidez ni de ser inflexibles, sino de crear una estabilidad y seguridad suficiente que permita impulsar la autoconfianza, maduración y aprendizaje de nuestros pequeños, además de tranquilidad y seguridad. Además pensad que las rutinas son garantía de satisfacer las necesidades de los bebés y de los niños, y también de garantizar el cumplimiento de vuestras necesidades.