Revista En Femenino

¿Son malos los parques infantiles?

Por Padresenpanales @Padresenpanales
¿Son malos los parques infantiles? Últimamente estoy viendo muchas críticas a los parques infantiles.

La primera fue en el blog de Estoreta, ella comentaba lo que había escuchado en un congreso en boca de Francesco Tonucci, y que ha visitado países con parques muy diferentes.

Y hace unos días Alberto Soler, psicólogo, dejaba una de sus píldoras diciendo que los parques no deberían existir.

Así que aquí voy yo a hablar del tema también, porque tenía un post escrito de motivos por los que nos gusta ir al parque, motivos que luego os contaré, pero primero quiero hablar sobre los parques infantiles.

¿Son malos los parques infantiles?

¿Realmente los parques infantiles no deberían existir?

Alberto Soler tiene razón en que las ciudades no están pensadas para los niños y entonces los parques se convierten en algo necesario, un “mal necesario” dice él. Los niños no pueden campar a sus anchas en las calles como hace 30 años, y los parques son lugares donde pueden estar con tranquilidad. Además queremos acercar a los niños a la vida más natural, y lo más cercano en una ciudad es un parque verde o un parque infantil.

¿Son los parques como una rueda de hámster que es lo que contaba Estoreta en su post? Contesto con otra pregunta: ¿Y los parques no podrían compararse con los gimnasios para adultos?

Está claro que en la vida actual, tan sedentaria, tan civilizada (civilizada en cuanto a que la mayor parte de la población vive en ciudades), necesitamos espacios de esparcimiento, espacios donde liberar energía, dónde pasarlo bien. Los niños lo hacen en los parques, y los adultos en el gimnasio por ejemplo. Si trabajásemos como hace tantos años en fábricas, en el campo, no nos haría falta irnos a tonificar y activar al gimnasio, si los niños pudieran tener una escuela en la que no pasasen 5h sentados, tampoco necesitarían salir a correr. Incluso los adultos salimos a correr, a hacer “running”.

¿Son malos los parques infantiles?

Nosotros sí vamos al parque

Yo tengo un punto de vista muy diferente del parque,porque nosotros vivimos en un entorno rural, y en casa tenemos jardín. Sin salir de casa mis hijos juegan con piedras, palos, se cuelgan del árbol y cogen bichos. Si salimos de casa tenemos cerca animales, granjas, y enseguida dejamos de pisar asfalto para pisar tierra. Una de las aficiones más grandes de mis hijos es jugar a “la panadería” metidos en una acequia vacía, con piedras que simulan panes, croasanes, o magdalenas.

Pero aún con esto vamos al parque. Y en el parque sí se tiran del tobogán, se columpian… Pero ¿sabéis cuánto rato? Poco. Porque a los 10′ estar ahí, empiezan a jugar a otras cosas, a inventarse historias, a cruzar por los muretes, a pillar con las bicis o motos infantiles, juegan a mamás y papás, a hacer charcos de barro con el agua… Y el parque, lo que viene siendo la estructura de juego pasa a ser un elemento más del juego, no lo que les da la diversión.

En nuestro caso, hemos vivido muchos buenos momentos en el parque. En el parque este año, en años anteriores, nos juntábamos en calles poco transitadas para que jugasen los niños. Y ¿sabéis que sacábamos a la calle? Un pequeño tobogán, una pelota… Lo que teníamos por casa. Lo mismo que hay en un parque de obra.

Aquí nos conocemos todos y hay momentos bonitos de la vida de parque, los momentos de ir al parque ofrecen a mis hijos otro tipo de convivencia, de relación social y muchos puntos de vista de la vida y de las personas. Y creo que esto también beneficia a los niños.

¿Son malos los parques infantiles?

Cosas que aprenden mis hijos en el parque

Aprenden a jugar con los demás, sean de su edad o no. Por lo que aprenden a cuidar a los pequeños, a ayudarles…

Aprenden cosas nuevas también siguiendo el ritmo de los mayores. Conforme crecen juegan mejor entre ellos sin conflictos, porque cuando son pequeños y todavía sienten que todo es de su propiedad y la cosa es más tensa, pero viendo el ejemplo de los demás niños también lo van interiorizando. Cuando una madre o padre dicen algo a un niño quizá nos hagan caso o no, pero si se lo dice otro niño suelen escuchar antes.

Aprenden a compartir. Casi todos los niños llegan en algún tipo de vehículo o traen algo para jugar. Imaginaros: motos, patinetes, bicicletas, cubos de arena, carritos de bebés… Y cuando llegan al parque y dejan sus propiedades para ir al tobogán o a saludar a sus amigos, otros juegan con sus cosas. Con cuidado eso sí, pero los niños cogen y dejan todo. Juegan con cosas que no tienen, prueban vehículos nuevos… Cada tarde es diferente.

Aprenden a ayudar. Esos momentos en los que ayudan a niños pequeños que os comentaba, o cuando ven el ejemplo de las mamás y papás ayudando a niños que no son suyos, porque se han caído, porque no llegan al columpio…

Aprenden a hablar con todos. Igual que los padres. Llegamos y saludamos, dejamos la mochila, juguetes… Y estamos por ahí con tranquilidad y armonía entre todos.

Aprenden nuevas habilidades. Viendo a otros niños aprenden a montar en bici, a saltar más alto, a tirar la pelota, juegos de grupo nuevos, también a subir al revés del tobogán…

Aprenden a ser independientes. Los niños aprenden a ir solos a comprar agua, a ir al baño… Y aunque alguno sea más pequeño, siempre hay un mayor que le acompaña, y los padres miramos para no perderlos de vista evidentemente, pero en muchas ocasiones intentamos no intervenir porque ellos aprenden a solventar problemas, a ofrecer ayuda a otros, a preocuparse por los demás…

Y a mí se me cae la baba cuando veo que cualquier niño ayuda a otro, va a buscar a sus padres cuando ve que alguien tiene problemas, cuando comparten merienda, cuando se intercambian juguetes, cuando cambiar de roles en los juegos, como todo el mundo es bienvenido para jugar aunque no sé conozcan…

Y sí también a veces hay días malos, que hay discusiones, caídas, mucha gente…pero yo soy de ver las cosas positivas, y este otoño hemos ido muchas tardes al parque y fui anotando mentalmente cosas positivas y tras ver tanta crítica a los parques , quería poner mi granito de arena positivo sobre estos lugares. Porque los parques no solo los hacen los niños… También los padres que los acompañan y que educan a esos niños, y oye me siento afortunada de poder decir que me gusta ir al parque con mis hijos.

¿Vosotros vais al parque con vuestros hijos?


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